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Este martes, el precio del oro alcanzó un nuevo máximo histórico y, por primera vez, cotizó por encima de los $4.500 por onza. Se trata de la reanudación de la tendencia alcista del metal precioso tras un período relativamente prolongado de consolidación. La pregunta que ahora se impone es qué se puede esperar para el oro en el futuro cercano.
En lo que va de 2025, el oro se posiciona como uno de los activos de mejor desempeño, con una apreciación cercana al +71%. Este rally responde a la convergencia de varios factores, entre ellos la debilidad del dólar, el aumento de las tensiones geopolíticas y los cambios en la orientación de la política monetaria de la Reserva Federal.
Luego de marcar varios máximos a lo largo del año, el metal dorado ingresó en una fase de consolidación que llevó a muchos analistas a anticipar una posible corrección. Sin embargo, el impulso alcista del activo refugio no parece haberse agotado, algo que queda reflejado en el comportamiento registrado durante las últimas horas.
Al momento de redactar esta nota, el precio del oro se ubica en $4.479, apenas por debajo del máximo intradiario de $4.530. El punto central es que el metal estaría sentando las bases para un nuevo tramo alcista que podría proyectarlo hacia la zona de los $5.000 por onza.
La tesis de que el oro se prepara para extender su subida es respaldada por analistas como Mark Newton, estratega de Fundstrat, firma asociada al reconocido inversor Tom Lee.

¿Será capaz el precio del oro de conquistar los $5.000 por onza?
Para los analistas más optimistas, solo es cuestión de tiempo antes de que el oro supere la barrera de los $5.000 por onza. Según Newton, si bien el impulso mensual del metal podría parecer acotado, el panorama cambia al analizar otros indicadores técnicos, como el índice de fuerza relativa (RSI).
«Teniendo en cuenta niveles del RSI por encima de 90, no existen razones suficientes para abandonar posiciones largas, salvo la corrección puntual registrada en octubre», señaló el analista. A continuación, agregó que el impacto de esa caída ya fue completamente absorbido por el mercado.
Bajo este escenario, Newton afirma que «el oro tiene un mayor potencial de subida hasta los $5.000 antes de experimentar un retroceso en 2026». Además, destaca que la estacionalidad juega a favor del metal, que históricamente ha mostrado un buen desempeño durante el mes de diciembre.
Otros especialistas comparten esta visión. Entre ellos se encuentra Bart Melek, analista de TD Securities, quien considera que el oro podría registrar un fuerte impulso durante la primera parte de 2026. A su juicio, esta dinámica estaría respaldada por la evolución de la política monetaria de la Fed.
En términos generales, la perspectiva de que el oro continúe su rally durante 2026 se mantiene firme. En un escenario de corrección profunda en sectores como el de la inteligencia artificial, el precio de esta materia prima podría incluso superar la zona de los $5.000 por onza.

















