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Este lunes, algunas declaraciones y datos económicos asiáticos afectaron seriamente los mercados financieros. En el caso particular de las criptomonedas, estas sufrieron la fuerte aversión al riesgo que se generó como consecuencia. Por ejemplo, el precio de Bitcoin experimentó una fuerte caída que anuló completamente las ganancias de la última semana.
El primero de los elementos catalizadores del desplome de los activos de riesgo fueron las declaraciones del gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda. Este lunes, el funcionario apuntó claramente hacia una posible subida de la tasa de interés en diciembre.
Según medios locales, Ueda remarcó que el banco central evaluará los pros y los contras de subir los tipos. Esta podría ser una decisión apropiada al analizar la inflación, los datos económicos, los salarios y las condiciones de los mercados financieros, tanto a lo interno de Japón como en el exterior, insinuó.
Aunque el funcionario intentó ablandar sus declaraciones al afirmar que una eventual subida de tipos sería un ajuste en la tendencia amplia de flexibilización, el efecto fue negativo.
El rendimiento de los bonos de 10 años subió hasta el 1.82%, el punto más alto de los últimos 17 años. La expectativa de una subida a la tasa ahora alcanza el 76%, lo que llevó a una estampida de capitales desde los activos de riesgo hacia activos defensivos. La sacudida de las acciones asiáticas afectó de inmediato al Bitcoin, cuya caída es dramática este lunes.
Posteriormente, los mercados europeos y americano se unieron al nerviosismo. Todo esto se refleja con el aumento del precio del oro a máximos de 6 semanas.

Otro factor asiático detrás de la caída de Bitcoin
La sacudida financiera en los mercados asiáticos, que tuvo su origen en las declaraciones de Ueda, se complementó con un dato clave en China. Se trata del PMI manufacturero de RatingDog, el cual se contrajo durante el mes de noviembre hasta los 49.9 puntos. Los estimados esperaban un 50.5, según un sondeo de Reuters.
Esta fuerte contracción en la actividad fabril de la segunda economía mundial no tardó en sumarse al miedo de los inversores. De este modo, se consolidó la tendencia que impulsa el precio del oro y lleva a los activos de riesgo a los números rojos.
Es importante tener en consideración el impacto de los mercados asiáticos en los precios de las criptomonedas. A pesar de la poca fuerza del comercio cripto en naciones como Japón o China, la correlación de los activos digitales con las grandes economías hace que la incidencia sea notable.
Incluso la fuerte subida de las expectativas por un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal en EE. UU. no pudo equilibrar la balanza. Según la herramienta FedWatch, las posibilidades de un recorte de la tasa en diciembre suben al 87%, lo que en teoría es positivo para las acciones y las criptomonedas. No obstante, la caída de Bitcoin demuestra que esta vez el peso de los mercados asiáticos fue mayor.
Detrás de los datos económicos mencionados, factores internos del mercado cripto también contribuyen al desempleo. Entre ellos se destacan los flojos ingresos en los ETF spot de Bitcoin y una fuerte ausencia de compradores de fondo (dip), lo cual genera pesimismo en el resto del mercado.

















