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Menos de diez años atrás, los operadores tradicionales se burlaban del mercado de derivados cripto y del apalancamiento extremo que BitMEX introdujo con su contrato perpetual swap. Hoy, esos mismos actores se ven obligados a aceptar que el producto que despreciaron se convirtió en un estándar global.
El ensayo reciente de Arthur Hayes describe por qué los contratos perpetuos no solo redefinieron el trading de criptomonedas, sino que están desencadenando una transformación profunda que alcanzará a acciones, índices y cualquier activo negociable en un mercado que ya funciona 24/7.
De «arma financiera peligrosa» a producto estrella mundial
Durante años, actores de TradFi minimizaron la importancia de los contratos perpetuos. Sin embargo, el giro es evidente: SGX en Singapur y CBOE en Estados Unidos planean lanzar versiones propias antes de que termine 2025, y Coinbase ya incorporó una variante regulada en su plataforma.
La razón es clara: los perpetuos resuelven dos necesidades clave para los operadores minoristas, apalancamiento y liquidez. Permiten posiciones altamente apalancadas sin depender de futuros tradicionales con vencimiento y concentran toda la actividad en un único contrato por activo, evitando la dispersión típica de una curva trimestral.
Esa simplicidad explica por qué el modelo se convirtió en el instrumento dominante dentro del mercado cripto.
La historia que cambió la industria desde Hong Kong
Hayes reivindica el origen del contrato perpetuo dentro del pequeño equipo de BitMEX en 2016. En ese momento, el exchange buscaba competir con OKCoin y Huobi, que controlaban casi todo el volumen de derivados. El objetivo era crear un instrumento que se sintiera como margin trading, que nunca venciera y que permitiera concentrar toda la liquidez.
La primera versión del perpetuo generó confusión, amplios diferenciales respecto al spot y críticas por parte de los usuarios. Sin embargo, el equipo introdujo un sistema de ajuste basado en un índice de prima que corregía automáticamente la diferencia entre el precio del perpetuo y el spot. Ese cambio estabilizó el mercado y permitió que el producto ganara tracción.
Con el tiempo, BitMEX desplazó a los exchanges chinos y demostró que el contrato perpetuo podía sostener un mercado global de gran escala.
Por qué TradFi no puede competir
Hayes sostiene que la estructura de clearing en los mercados tradicionales hace imposible ofrecer apalancamientos altos sin enormes reservas de capital. Los exchanges cripto, en cambio, operan con mecanismos de socialized loss e insurance funds que permiten ofrecer 50x o 100x sin comprometer la estabilidad del sistema.
Esto genera un dilema claro:
• Los traders minoristas buscan apalancamiento.
• Los perpetuos lo ofrecen.
• TradFi no puede igualarlo sin reformular todo su modelo operativo.
Por eso, Hayes concluye que los exchanges tradicionales enfrentan una elección directa: adaptarse o desaparecer frente a la estructura que nació en cripto.
2026: el año en que los perpetuos darán el salto al mercado global
Hyperliquid ya registra más de $100 millones en volumen diario en un contrato perpetuo sobre el Nasdaq 100, y BitMEX prepara sus propios lanzamientos. Según Hayes, estos productos se convertirán en 2026 en la vía principal para que miles de operadores en todo el mundo accedan a acciones tecnológicas e índices estadounidenses.
Al operar 24/7, ofrecer mayor apalancamiento y concentrar liquidez, los perpetuos podrían incluso presionar a las bolsas tradicionales a extender sus horarios o replantear su estructura.
Para Hayes, este cambio marca algo más profundo: los contratos perpetuos ya no son una innovación del mercado cripto, sino la próxima arquitectura dominante de los mercados financieros globales.

















