Regístrate en Bitget y obtén hasta 100 USDT en bonos completando simples tareas. Oferta por tiempo limitado.
Este 19 de noviembre visitamos en Palermo Algoland: An Immersive Experience by Algorand, un recorrido interactivo que también estará abierto el 20 de noviembre.
No se trató de un evento tradicional con charlas o paneles, sino de un espacio pensado para mostrar el potencial de la blockchain a través de juegos, dinámicas visuales y experiencias retro futuristas.

Un Tarot místico que hablaba en lenguaje blockchain
Entre luces de neón, cortinas violeta y velas que iluminaban una mesa circular, un stand se robó toda la atención: «Algo Future», un puesto de Tarot que mezclaba estética mística con tecnología criptográfica.
La escena parecía salida de un oráculo esotérico, pero el mensaje era todo lo contrario: aquí el futuro no se adivina, se verifica.
El Tarot era una metáfora perfecta. En vez de confiar en símbolos o intuiciones, las experiencias del evento estaban respaldadas por registros on-chain, demostrando que la transparencia puede tener un toque de magia… pero magia verificable.
Del misterio a la prueba: la visión del equipo de Algorand Foundation
Durante la visita conversamos con Víctor Estival, Head of Product Marketing en Algorand Foundation, quien explicó la filosofía detrás de la experiencia:
«Lo que estamos haciendo hoy en AlgoDay es traer de una manera más terrenal la experiencia de Algorand que lanzamos hace un par de meses. Queremos acercar el mundo cripto al día a día, que las personas puedan venir, conocer los proyectos, descargarse la wallet -con un incentivo- y luego participar del spin wheel».
«Todo queda grabado en la blockchain, para que cualquiera pueda verificar qué le tocó, qué no y cuáles eran las probabilidades. Usamos VRF (Función Aleatoria Verificable) para garantizar que no hay ni trampa ni cartón».
El concepto era simple y poderoso: cada acción del juego podía auditarse, mostrando cómo la tecnología permite resultados transparentes y sin manipulación. Una demostración palpable de cómo lo cripto puede ser comprensible incluso para quienes nunca interactuaron con una blockchain.

Algoland: cuando el futuro no se interpreta, se comprueba
El resto del circuito reforzaba la misma idea: estaciones donde los asistentes interactuaban con wallets reales, experiencias registradas on-chain y una atmósfera que equilibraba lo lúdico con lo pedagógico.
Era una invitación a experimentar la tecnología sin tecnicismos, desde la cercanía y casi con un aire teatral.
Al final, Algoland funcionó como una especie de oráculo del siglo XXI: un espacio donde lo esotérico se cruza con la transparencia, y donde el futuro no depende de una carta boca abajo, sino de pruebas criptográficas que cualquiera puede revisar.
Entre neones, velas y una estética mística cuidadosamente diseñada, quedó una sensación clara: la blockchain también puede sentirse humana, visual, cercana… y sorprendentemente mágica.

















