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La Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA) evalúa un marco que podría reclasificar a las criptomonedas como productos financieros sujetos a normas de abuso de mercado, una medida que alinearía su supervisión con la de acciones y derivados tradicionales.
Mientras tanto, el Gobierno estudia reducir la carga fiscal aplicada a las ganancias por compraventa de criptomonedas y habilitar su distribución a través de exchanges financieros convencionales.
En conjunto, estas reformas apuntan a reforzar la protección al inversor, evitar la fuga de capital cripto y posicionar a Japón como un centro regulatorio competitivo en la región.
Reclasificación cripto y perímetro de supervisión
La propuesta difundida por la prensa japonesa indica que las criptomonedas pasarían a ser consideradas productos financieros bajo reglas de uso de información privilegiada, similares a las que se aplican en el mercado de acciones.
De esta manera, las operaciones realizadas con información relevante no pública sobre listados, exclusiones o problemas de solvencia quedarían dentro de un marco explícito de conducta de mercado.
Además, el borrador apunta a un ámbito de aplicación bien definido que abarca 105 criptomonedas disponibles en el mercado japonés, entre ellas Bitcoin y Ethereum. En consecuencia, los activos con mayor liquidez y base de usuarios quedarían sujetos a requisitos más exigentes de transparencia y de gestión del riesgo para intermediarios y emisores.
En este contexto, los proveedores de servicios de intercambio tendrían nuevas obligaciones de divulgación hacia clientes minoristas e institucionales.
Así, las plataformas deberían informar de forma clara sobre riesgos como la fuerte volatilidad de precios y sobre otras características técnicas relevantes antes de comercializar cada activo, lo que acercaría sus prácticas a las normas aplicadas en los valores mobiliarios.
Ajuste fiscal y competencia por capital cripto
En el plano tributario, la iniciativa introduce un cambio significativo para los residentes japoneses que operan con criptomonedas. Actualmente, las ganancias de estas operaciones pueden tributar con un tipo máximo cercano a 55% según el nivel de renta, mientras que el esquema en evaluación plantea un tipo único de 20% alineado con el tratamiento de las plusvalías bursátiles.
Además, esta armonización fiscal busca reducir el traslado de actividad a jurisdicciones más favorables y retener volumen dentro del sistema supervisado japonés, ofreciendo reglas más previsibles para inversores de medio y largo plazo.
Por otra parte, el rediseño de la tributación se enmarca en un entorno internacional donde varias economías avanzadas compiten por atraer negocios vinculados a activos digitales.
En consecuencia, un régimen fiscal más estable y comparable al de otros instrumentos financieros podría reforzar el atractivo de Japón frente a plazas rivales de la región Asia Pacífico.
Hacia un nuevo estándar regulatorio de criptomonedas en Japón
En el sector financiero tradicional, la reforma permitiría que bancos y aseguradoras ofrezcan criptomonedas a través de sus filiales de valores, integrando más estrechamente las criptos con el sistema financiero bajo normas estrictas.
Esta arquitectura ampliaría el acceso a Bitcoin, Ethereum u otros activos sin depender solo de exchanges. Los minoristas podrían operar desde plataformas conocidas mientras las entidades refuerzan controles antilavado, pruebas de conveniencia y gestión del riesgo en la distribución de productos cripto.
Finalmente, la Agencia de Servicios Financieros aspira a que la legislación necesaria se apruebe en la próxima sesión ordinaria del Parlamento japonés.
Si ese calendario se mantiene, el país consolidaría su posición como laboratorio regulatorio en activos digitales dentro de Asia y enviaría una señal clara al capital institucional que demanda marcos de supervisión comparables a los de los mercados de valores desarrollados.
