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El universo de la inteligencia artificial continúa expandiéndose y evolucionando hacia formas más eficientes y avanzadas. El episodio más reciente en esa dirección tiene que ver con la nueva supercomputadora DGX Spark de Nvidia, un equipo con una capacidad colosal de cómputo en IA y un tamaño sorprendentemente reducido.
En una reciente publicación de blog, Nvidia describe que esta máquina es, en esencia, como tener un centro de datos sobre el escritorio. El tamaño del dispositivo equivale al de un libro de tapa dura y pesa apenas 1,2 kilogramos. A pesar de su reducido formato, alcanza una capacidad de un petaflop.
Esto significa que puede ejecutar modelos de IA con hasta 200.000 millones de parámetros de forma local, sin depender de la nube. En su núcleo se encuentra el chip GB10 Grace Blackwell de Nvidia, respaldado por 128 GB de memoria unificada, lo que brinda a los desarrolladores una amplia gama de oportunidades para trabajar con proyectos de alto rendimiento.
Entre sus capacidades se incluyen la creación de prototipos, el ajuste de modelos y la ejecución de inferencias complejas con notable facilidad. Además, integra todo el ecosistema de software de Nvidia, con modelos preentrenados y microservicios NIM listos para potenciar flujos de trabajo de generación de imágenes, búsqueda visual o chatbots avanzados.
Elon Musk recibió la supercomputadora Nvidia DGX Spark
En un encuentro cargado de simbolismo, Jensen Huang, CEO de Nvidia, entregó personalmente a Elon Musk el nuevo superordenador de IA, considerado el más pequeño del mundo. Este gesto evoca la histórica entrega del primer sistema DGX-1 a OpenAI, pero ahora con la potencia concentrada en un formato radicalmente distinto.
El impacto del DGX Spark ya se percibe en múltiples ámbitos. Desde los laboratorios de robótica de la Universidad Estatal de Arizona hasta el estudio del artista digital Refik Anadol, donde fusiona arte y algoritmos, el dispositivo empieza a transformar distintos sectores.
Grandes fabricantes como Dell, HP y Lenovo ya integran esta tecnología, mientras que comunidades de software como Hugging Face y Meta adaptan sus herramientas para aprovechar al máximo su rendimiento.
Desde el 15 de octubre, el DGX Spark cuenta con disponibilidad global, marcando un nuevo punto de acceso a la supercomputación. Esto significa que la potencia que antes estaba reservada a grandes centros de datos ahora podrá utilizarse en entornos educativos, artísticos y creativos, democratizando el acceso a la inteligencia artificial avanzada.
De este modo, la supercomputadora DGX Spark de Nvidia se perfila como un referente de una nueva era en la informática de alto rendimiento.
