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Durante este año 2025, el precio del oro ha sido uno de los grandes protagonistas en el mundo financiero. El metal dorado se consolidó como uno de los activos más rentables del año al conquistar numerosos máximos históricos (ATH). El desempeño de esta commodity, que ahora supera los $4.200 por onza, está impulsado por diversos factores políticos, macroeconómicos y tecnológicos.
Hasta este 15 de octubre, el rendimiento en lo que va de año (YTD) del oro es del +57.16. Se trata de un ritmo de crecimiento que supera sus tendencias alcistas de crisis económicas anteriores como la del 2008 y la inflación de 1970.

Según un reciente informe del World Gold Council (WGC), recogido por Bloomberg Línea, se estima que este 2025 el oro tendrá el mejor desempeño de un año de calendario desde 1979. El trabajo remarca que las ventajas estratégicas superan ampliamente los riesgos tácticos de invertir en este activo.
Numerosos expertos esperan que el precio del oro supere los $5.000 por onza incluso durante este año. Esto le consolida como uno de los activos mejor parados para afrontar los desafíos del 2026.
¿Cuáles fueron los factores que hicieron posible este ascenso del oro en 2025? Según testimonios e informes de varios expertos recolectados por CriptoTendencia se pueden identificar tres factores principales y otros colaterales (no menos importantes) detrás del rally del metal dorado.
Los tres principales catalizadores del rally del precio del oro
Aunque existen varios factores que provocaron el impulso del oro en 2025, tres se pueden considerar fundamentales y son los siguientes:
- La incertidumbre macroeconómica.
- La pérdida de confianza en el dólar estadounidense.
- Políticas monetarias.
La incertidumbre macroeconómica
La persistente inestabilidad económica global, alimentada por tensiones geopolíticas, políticas comerciales proteccionistas y políticas monetarias restrictivas por parte de los bancos centrales, incentivaron el refugio en el oro.
Por ejemplo, la Reserva Federal de los Estados Unidos aplicó el primer recorte de tipos de 2025 recién en septiembre. Durante la mayor parte del año, la economía de altas tasas fomentó un deterioro económico y un agudo debilitamiento del sector laboral.
El Banco Central Europeo (BCE) fue otro de los que contribuyó con una economía restrictiva. Su postura de «wait-and-watch» (esperar y ver) también estimuló la búsqueda de activos de reserva como el oro y la plata ante economías y acciones menguantes. En 2025, el BCE implementó algunos recortes de tasas clave antes de paralizarlos en julio.
La pérdida de confianza en el dólar estadounidense
El segundo de los factores que sirvió como catalizador para la subida del precio del oro es el aumento de la desconfianza en el dólar. Numerosos bancos centrales marcaron distancia del billete verde, al que dejaron de percibir como una moneda de reserva mundial estable.
Esto llevó a que un importante número de gobiernos y sus bancos centrales se enfocaran en la adopción del oro. Esto provoca una creciente demanda del metal dorado, lo que hace subir su precio.
Según reportes del WGC, la demanda de oro en los últimos años ha sido gigantesca. En 2023 y 2024 superó las 1.000 toneladas en adquisiciones anuales en cada año. En 2025, todo indica que habrá nuevos récords en ese sentido, sobre todo después del crecimiento de la demanda a partir de abril. Mientras tanto, el YTD del dólar se ubica en -12%.

Políticas monetarias
Las arriba mencionadas políticas restrictivas por parte de los bancos centrales son un elemento de enorme relevancia. Tanto la Reserva Federal como el BCE y otros bancos mantienen una política restrictiva.
Aunque se espera flexibilización para finales de 2025 y 2026, esto no detendría el ascenso del oro. Básicamente, aunque la economía de altas tasas se retire de la escena de manera progresiva, los otros factores que impulsan el oro se mantienen.
Otros elementos de importancia que estimulan la demanda de oro
Como ya se mencionó, también existen elementos colaterales que estimulan una mayor demanda del oro. Entre ellos se destaca la digitalización del oro, la cual hace posible que millones de inversores que no tenían acceso al mercado de commodities ahora puedan ganar exposición.
David Tait, director ejecutivo del WGC, señala que la digitalización se convierte en un elemento transformador para la industria del oro. A diferencia de los elementos de contexto como lo macroeconómico y las políticas monetarias, este factor es mucho más disruptivo al tratarse de algo permanente.

La tokenización y la posibilidad de obtener rendimiento en el mercado de criptomonedas, por ejemplo en las DeFi y stablecoins, democratiza la inversión en el oro hasta niveles inimaginables en otras épocas. Nuevos inversores, sobre todo del sector de nativos digitales, ahora pueden invertir en este activo clásico y no solamente en criptomonedas.
De este modo, el imponente mercado minorista podría provocar un aumento descomunal del precio del oro en lo sucesivo.

















