Regístrate en Bitget y obtén hasta 100 USDT en bonos completando simples tareas. Oferta por tiempo limitado.

A finales de febrero de este año, el token PI alcanzó su máximo histórico de $2,98 por unidad y una capitalización cercana a los $19.000 millones. Fue el punto más alto del proyecto, tras el cual Pi Network inició una caída prolongada que le hizo perder casi todo su valor. La pregunta ahora es inevitable: ¿estamos ante un posible rug-pull?

Aunque no puede afirmarse con certeza que se trate de un fraude de este tipo, la pérdida de confianza del mercado es evidente. Actualmente, el precio del token se sitúa en $0,2633, lo que representa una caída de 91,18% desde su máximo del 26 de febrero.

En paralelo, la capitalización del proyecto pasó de $18.440 millones a apenas $2.170 millones, un desplome del 88,23%. El ritmo de esta caída ha sido tan pronunciado que muchos analistas sospechan de liquidaciones masivas realizadas por el propio equipo de desarrollo. Entre ellos destaca el analista comunitario Mr. Spock Ape, uno de los principales críticos del proyecto.

En un reciente análisis, el experto sostiene que el colapso de Pi Network tiene las características de un rug-pull. Además, lamenta que muchos Pioneers continúen minando sin reconocer la magnitud del problema que enfrenta el proyecto.

Uno de los puntos que subraya el analista es la fe persistente de parte de la comunidad en el denominado global consensus value (GCV), que supuestamente fija el valor de cada token en $314,159. Mr. Spock Ape asegura que ese valor es un mito sin respaldo en el mercado.

¿Los problemas de Pi Network podrían provocar su desaparición?

Mientras buena parte de la comunidad sigue aferrada a la minería de PI, el deterioro del proyecto se profundiza. La falta de liquidez y el escaso interés de los principales exchanges en listar el token se han convertido en los mayores obstáculos para su recuperación.

Las sospechas de rug-pull también se alimentan de denuncias internas. El exejecutivo y cofundador de Pi Network, McPhilip, acusó al equipo de malversar $20 millones y afirmó haber sido despedido de forma injusta. Estas declaraciones se suman a una serie de conflictos internos que minan la credibilidad del proyecto.

Entre ellos destaca la rivalidad entre el Dr. Nicolas Nokkalis y Chengdiao Fan. Según diversas fuentes, las tensiones entre ambos han creado un ambiente laboral tóxico que se arrastra desde hace años. La falta de cohesión interna y la ausencia de comunicación clara con la comunidad aumentan las dudas sobre la viabilidad del proyecto.

A pesar de los esfuerzos del equipo por estabilizar el ecosistema, como la reducción del suministro de tokens, el precio de PI continúa cayendo. El proyecto pierde tracción y difícilmente logrará atraer a inversores institucionales mientras persista el actual clima de desconfianza.

En este escenario, Pi Network corre el riesgo de pasar de ser uno de los proyectos más comentados de 2025 a quedar en el olvido, con pocas perspectivas de recuperación a corto plazo.

Deja un comentario