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Un mensaje claro desde Meta. Mark Zuckerberg lanzó una advertencia que impacta en el corazón de Silicon Valley.
El CEO de Meta aseguró que «un colapso es definitivamente una posibilidad» en el sector de la inteligencia artificial. Su declaración llega en medio de crecientes dudas sobre la sostenibilidad de la inversión masiva en IA.
Ecos de burbujas anteriores
Zuckerberg comparó la situación actual con burbujas históricas como los ferrocarriles y la burbuja puntocom.
Recordó que en esos momentos hubo construcciones de infraestructura desmedidas que desembocaron en un colapso bursátil. Según explicó, esos episodios ocurrieron por exceso de deuda, condiciones macroeconómicas adversas o demanda insuficiente.
Sin embargo, subrayó que, incluso tras esos fracasos, quedaron activos valiosos que después impulsaron nuevas etapas de innovación.
La advertencia coincide con otras voces
Las palabras de Zuckerberg coinciden con la preocupación de Sam Altman, CEO de OpenAI. Altman ya alertó sobre los riesgos de «la fiebre de dinero persiguiendo cualquier cosa etiquetada como IA». También recordó que «cuando surgen burbujas, la gente inteligente se emociona demasiado con un grano de verdad».
Ambos coinciden en que la inteligencia artificial es transformadora, pero rodeada de una euforia que puede inflar valoraciones de manera peligrosa.
El riesgo de perder la oportunidad
Aunque reconoció la posibilidad de un colapso, Zuckerberg afirmó que el mayor riesgo está en quedarse atrás.
Subrayó que perder el ritmo de la inteligencia artificial sería más grave que un exceso de gasto.
En sus propias palabras: «Si terminamos gastando mal un par de cientos de miles de millones de dólares, sería desafortunado. Pero diría que el riesgo es mayor en el otro lado». Según él, avanzar demasiado lento podría dejar fuera de juego a cualquier empresa frente a una posible superinteligencia.
La apuesta multimillonaria de Meta
Meta ya comprometió al menos 600.000 millones de dólares hasta 2028 para construir centros de datos e infraestructura en Estados Unidos.
Esa inversión incluye contrataciones masivas y el lanzamiento de un laboratorio de superinteligencia que busca superar las capacidades humanas. Zuckerberg explicó que la estrategia de Meta no depende por completo del éxito inmediato de la IA, pero sí ve esta tecnología como «la más importante en la creación de nuevos productos, innovación y valor en la historia».
Consecuencias para la economía global
El temor a una burbuja no se limita a ejecutivos tecnológicos.
Deutsche Bank describió este periodo como «el verano en que la IA se volvió fea». Un estudio del MIT reveló que el 95% de los programas piloto de IA no generan retorno, pese a inversiones superiores a 40.000 millones de dólares.
Con empresas gastando más de 155.000 millones de dólares solo en 2025, el riesgo de sobrevaloración es evidente. Sin embargo, Zuckerberg insiste en que el peligro real está en quedarse rezagado en la carrera tecnológica que marcará el futuro económico mundial.
