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Costa Rica se ha convertido en un caso singular en América Latina al combinar innovación tecnológica con un fuerte enfoque en sostenibilidad. El país destaca por proyectos comunitarios como Bitcoin Jungle, que replican el modelo de Bitcoin Beach en El Salvador y permiten a comercios y ciudadanos transaccionar directamente con BTC.
El ecosistema ha tenido un impulso adicional desde el sector financiero. En 2024, el Banco Nacional de Costa Rica lanzó un ETF vinculado a Bitcoin, convirtiéndose en la primera institución pública de la región en ofrecer exposición directa a este activo a través de un producto financiero regulado. Esta iniciativa marcó un precedente y puso a Costa Rica en el radar de inversionistas institucionales.
En el plano energético, Costa Rica aprovecha su matriz renovable -basada en más de un 98 % de fuentes limpias- para atraer proyectos de minería de criptomonedas con energía sostenible. Empresas internacionales han explorado instalaciones en el país, interesadas en combinar eficiencia con una narrativa de carbono neutro.
Aunque la adopción minorista no es masiva en comparación con Argentina o México, Costa Rica se perfila como un laboratorio de modelos híbridos: comunidad, finanzas tradicionales e innovación verde.
Regulación
El país aún no cuenta con una ley integral de criptomonedas, pero mantiene un enfoque abierto. La Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) exige que los bancos monitoreen operaciones con criptoactivos bajo criterios de prevención de lavado de dinero, pero no prohíbe su uso.
En 2023 se presentó un proyecto de ley para establecer un marco de activos digitales y tokenización, que incluye disposiciones para exchanges y custodia, aunque todavía no ha sido aprobado. Mientras tanto, el vacío normativo permite que las iniciativas privadas y comunitarias operen con relativa libertad.
El Banco Central de Costa Rica, por su parte, ha señalado que no planea emitir una CBDC en el corto plazo, priorizando la estabilidad monetaria y el control de la inflación sobre la innovación digital.
Perspectiva estratégica
Costa Rica se proyecta como un país con branding propio en Web3: sostenible, comunitario y experimental. Su modelo de ETF estatal, la integración de energía renovable en minería y proyectos como Bitcoin Jungle la diferencian de otros mercados de la región.
El reto será escalar desde iniciativas pioneras hacia una adopción más amplia, sin perder el equilibrio entre innovación y estabilidad. Si lo logra, Costa Rica podría consolidarse como el hub verde de la economía digital en América Latina.
