Mantente al día con el canal de WhatsApp de CriptoTendencia: Noticias al instante sobre Bitcoin, Altcoins, DeFi, NFT, Blockchain y Metaverso. ¡Suscríbete!

Anatoly Yakovenko, cofundador de Solana, advirtió en el All-In Summit 2025 que existe 50% de probabilidad de que ocurra un avance cuántico relevante antes de 2030, lo suficientemente potente como para comprometer los mecanismos criptográficos que protegen a BTC.

Este escenario no es puramente teórico: Yakovenko insta a la comunidad de BTC a migrar hacia esquemas de firma resistentes a la computación cuántica para evitar lo que describe como un riesgo crítico para wallets, firmas digitales y la integridad del protocolo.

¿Por qué Bitcoin es vulnerable?

El riesgo proviene principalmente del algoritmo de firma digital que BTC utiliza actualmente: ECDSA. En este sistema, una clave pública derivada permite validar transacciones sin revelar la clave privada, bajo el supuesto de que la relación matemática inversa (volver de la clave pública a la privada) es imposible de resolver para los computadores clásicos.

Sin embargo, con un computador cuántico suficientemente potente y el uso del algoritmo de Shor, esa barrera podría romperse.

De ocurrir, las consecuencias serían graves: las claves privadas podrían derivarse a partir de claves públicas, lo que pondría millones de BTC en riesgo cuando los fondos se envíen desde direcciones cuyas llaves públicas ya estén expuestas.

Además, la criptografía actual utilizada en firmas digitales y hashing perdería gran parte de su efectividad si los avances cuánticos cumplen lo que predicen los expertos.

Retos técnicos y sociales para una transición segura

Para proteger a BTC de la amenaza cuántica, Yakovenko propone una migración hacia criptografía post-cuántica, lo que implicaría adoptar esquemas de firma resistentes a ataques cuánticos.

No obstante, el cambio no es sencillo: requeriría una actualización profunda del protocolo, posiblemente un hard fork, algo que históricamente ha sido rechazado o pospuesto por la comunidad de BTC debido a las implicaciones técnicas, políticas y de consenso.

También existen voces más cautelosas. Adam Back, CEO de Blockstream, sostiene que aunque el riesgo es real, los computadores cuánticos disponibles actualmente no tienen la capacidad de vulnerar la seguridad de BTC.

Otros expertos creen que podrían pasar más de diez años antes de que el peligro se vuelva inminente. Estas diferencias muestran que la percepción de urgencia varía según el trasfondo técnico, la tolerancia al riesgo y la velocidad con que se adopten medidas preventivas.

¿Hacia dónde debe dirigirse la comunidad Bitcoin?

La advertencia de Yakovenko no debería interpretarse como alarmismo, sino como un llamado a la acción preventiva. Prepararse ahora implica investigar de forma seria los esquemas post-cuánticos ya propuestos, realizar pruebas de migración de claves y diseñar direcciones que no revelen la clave pública hasta que sean usadas.

También será necesario construir consenso sobre cómo ejecutar una actualización de seguridad de gran escala sin fracturar a la comunidad.

Si BTC no adopta criptografía resistente a la computación cuántica a tiempo, el riesgo podría pasar de teórico a real: pérdida de fondos, vulnerabilidad institucional y crisis de confianza.

En este sentido, los próximos cinco años podrían ser determinantes: una ventana crítica para adaptar, evolucionar y blindar a la principal criptomoneda del mundo frente a una amenaza tecnológica cada vez más cercana.

Deja un comentario