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Paraguay es uno de los países con mayor potencial en la minería de Bitcoin gracias a su abundante energía hidroeléctrica. La represa de Itaipú genera excedentes energéticos que han convertido al país en un destino atractivo para operaciones mineras internacionales.
Empresas chinas, estadounidenses y canadienses han instalado granjas de minería, aprovechando tarifas más competitivas que en otros países de la región.
Sin embargo, la adopción de criptomonedas en la economía cotidiana sigue siendo baja. Según Chainalysis, Paraguay ni siquiera figura entre los 50 principales países del ranking global de adopción en 2024. El ecosistema local se limita a un puñado de exchanges, comercios y comunidades entusiastas, con muy poca presencia de proyectos DeFi o de tokenización.
En este contraste, el país se percibe más como un proveedor de infraestructura para la industria cripto global que como un mercado de adopción masiva. La dependencia del negocio minero genera oportunidades, pero también riesgos, ya que la sostenibilidad de esta ventaja está sujeta a decisiones regulatorias y energéticas.
Regulación
La regulación en Paraguay ha estado marcada por la incertidumbre. En 2022 se aprobó una ley para regular la minería y los servicios de criptomonedas, que incluía licencias obligatorias y tarifas especiales para el consumo eléctrico. Sin embargo, el Ejecutivo vetó la norma argumentando que podría poner en riesgo la seguridad energética y favorecer a grandes actores en detrimento de la población.
Desde entonces, el debate ha continuado sin una legislación integral. Hoy en día, la minería se permite bajo marcos generales de uso industrial de energía, pero sin un esquema claro de impuestos ni de licencias específicas. Esto ha llevado a operaciones en la frontera de la informalidad, aunque con un alto impacto económico para las regiones donde se instalan las granjas.
En términos fiscales, las criptomonedas se consideran activos intangibles sujetos a impuestos generales, pero no existe un régimen específico para transacciones, stablecoins o inversiones institucionales.
Perspectiva estratégica
Paraguay es un caso peculiar: tiene uno de los recursos energéticos más atractivos del continente para la minería de Bitcoin, pero carece de un ecosistema local robusto. Su oportunidad está en transformar la minería en un motor de desarrollo: atraer inversión extranjera, generar empleos, y usar los ingresos para financiar innovación tecnológica.
Sin embargo, si no define pronto un marco regulatorio estable, corre el riesgo de quedar como proveedor barato de energía para terceros, sin capturar valor agregado. El desafío será pasar de ser un destino para mineros globales a convertirse en un verdadero hub de innovación blockchain en Latinoamérica.

















