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El CEO de OpenAI alerta sobre el uso de inteligencia artificial para falsificar voces y burlar los sistemas de seguridad, y pide que el sector financiero actualice sus mecanismos de autenticación. Su preocupación gira en torno a la posibilidad de que ocurra una crisis de fraude inminente.
Riesgos inmediatos: la IA venciendo mecanismos tradicionales
Durante una conferencia organizada por la Reserva Federal, Sam Altman, CEO de OpenAI, enfatizó su gran nerviosismo ante una «grave crisis de fraude» que podría desencadenarse muy pronto.
Altman señaló que la sofisticación creciente de la IA generativa permite recrear voces e incluso rostros, lo cual hace inútiles métodos de autenticación actuales, como la verificación por voz.
Durante su entrevista, Altman expresó los siguientes comentarios, evidenciando cómo la tecnología ha superado ampliamente esas defensas:
«Me aterra que aún existan entidades financieras que acepten la voz como mecanismo de autenticación… eso es una locura».
El problema no es teórico: Altman advirtió que clones de voz y video generados por IA ya son «indistinguibles de la realidad». Según él, malos actores podrían utilizarlos para desviar fondos personales o empresariales, burlando la seguridad sin necesidad de credenciales tradicionales.
También concluyó que estos riesgos «llegarán muy, muy pronto» si los bancos no modernizan sus sistemas de autenticación.
Respuesta institucional y nuevos desafíos
Durante la misma sesión, la vicepresidenta de supervisión de la Fed, Michelle Bowman, reconoció la gravedad del asunto y manifestó disposición para colaborar con Altman en soluciones regulatorias.
Este llamado también coincide con advertencias previas del miembro de la Fed Michael Barr, quien alertó sobre la vulnerabilidad de sistemas de autenticación por voz ante ataques con IA.
Las cifras respaldan la urgencia
Un informe reciente de American Banker revela que el 80% de los bancos estadounidenses planea aumentar su inversión en IA durante el 2025.
Del total de encuestados, un 11% afirmó esperar un aumento significativo (del 25% o más) en el uso de IA, mientras que el 25% de los banqueros planea un aumento del 10% al 24% en su integración. Solo el 44% anticipa un aumento ligero de menos del 10%.
Esto muestra un claro interés en la adopción tecnológica, aunque no siempre de la mano de inversiones en ciberseguridad.
Además, crea una dualidad crítica: mientras las entidades buscan innovar para no quedarse atrás, es clave que también refuercen sus sistemas frente a amenazas que evolucionan al mismo ritmo.
Esta advertencia de Altman no solo refleja la capacidad de la IA para vulnerar las defensas convencionales, sino que exige una respuesta rápida y coordinada entre bancos, reguladores y desarrolladores de tecnología.
Se requieren nuevas formas de verificación, como autenticación multifactor inteligente, biometría robusta y sistemas anti-manipulación de datos, para así mantener la integridad del sistema financiero ante amenazas impulsadas por IA.
