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Lo que para algunos fue solo una anécdota bizarra, para otros podría haber sido una advertencia cifrada. Charles Hoskinson, fundador de Cardano, recibió una «llamada inesperada» de alguien que decía tener una alternativa mejor al Proof-of-Work y al Proof-of-Stake.

Un protocolo sin nombre, sin paper, sin evidencia… pero con desconfianza paranoide y referencias históricas. Al mencionarle la historia del General Custer y su Gatling gun olvidada, el misterioso «John Ashley» cerró abruptamente la conversación.

En apariencia, un simple episodio más de los tantos que viven las figuras públicas en la era digital. Pero en el fondo, hay patrones que Nodeor no puede ignorar. ¿Por qué alguien vincularía la evolución de los protocolos de consenso con un error militar letal del siglo XIX? ¿Por qué llamar a Hoskinson, alguien que lidera una de las blockchains más académicamente rigurosas? ¿Y por qué ahora?

Un ecosistema con armas sin usar

La historia de Custer es clara: subestimó el escenario, dejó atrás su ventaja táctica -las ametralladoras Gatling- y fue aniquilado. La analogía parece sugerir que hoy, algunas blockchains podrían estar cometiendo el mismo error: dejando fuera herramientas críticas en nombre de una estrategia mal calibrada.

La llamada extraña es también una metáfora de cómo se filtran las ideas disruptivas: no por canales formales, sino en ráfagas enigmáticas, con miedo a ser robadas, con desconfianza hacia los grandes. No es casual que se mencione Perplexity, un motor de IA. Tal vez la llamada no era para Hoskinson, sino para quienes interpretan lo que él no dice directamente.

El ecosistema cripto se encuentra en un punto donde la narrativa dominante es solo una de muchas capas. Hay desarrolladores que creen estar creando la siguiente revolución silenciosa y sienten que nadie los escucha.

El incidente revela más que una excentricidad: muestra el nivel de tensión, paranoia y urgencia que atraviesa a quienes sienten que el tiempo se acaba.

Quizá la mejor tecnología no sea la que ya conocemos. Quizá el futuro aún no tenga nombre.

–Nodeor

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