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La narrativa de Bitcoin como «oro digital» acaba de alcanzar un nuevo punto de inflexión. En lo que va de 2025, el ETF IBIT de BlackRock ha captado USD 14.900 millones, casi duplicando las entradas del fondo de oro GLD, que acumula USD 8.300 millones. Los datos fueron reportados por ETF.com al cierre del primer semestre del año, consolidando un desplazamiento sin precedentes en las preferencias de los inversores institucionales.
Este cambio no solo es cuantitativo. Representa una transformación estructural en cómo se interpreta el valor refugio en el contexto macroeconómico actual: inflación persistente, tensiones geopolíticas y deuda soberana en máximos.
BlackRock al mando del mercado
Según Bloomberg, desde su lanzamiento en enero de 2024, el ETF IBIT ha absorbido USD 52.000 millones, lo que representa el 96 % de todo el capital ingresado en los ETFs spot de Bitcoin disponibles en EE. UU. El dato es abrumador: BlackRock concentra el liderazgo absoluto en un producto financiero que hasta hace poco era impensable para Wall Street.
En contraste, los ETFs respaldados en oro vienen mostrando menor tracción en los últimos meses, a pesar del contexto de aversión al riesgo. La narrativa del oro como activo tradicional parece estar siendo reemplazada por una visión más descentralizada, líquida y moderna del resguardo de valor.
¿Una nueva reserva global?
Lo que comenzó como una hipótesis -que Bitcoin podía rivalizar con el oro como activo de reserva- hoy se refleja en los balances de bancos, fondos y asesores patrimoniales.
La combinación de acceso regulado vía ETFs, baja correlación con acciones, y una política monetaria transparente e inalterable, está posicionando a Bitcoin como una pieza clave en las carteras de asignación estratégica. Más allá de la volatilidad, los flujos no mienten: Bitcoin está ganando la batalla por la confianza institucional.
Rentabilidad: una foto distinta
A pesar de este flujo masivo hacia Bitcoin, la rentabilidad acumulada en el año todavía favorece al oro. Según datos de mercado, el ETF SPDR Gold Shares (GLD) lidera con un rendimiento del 24,4 % en lo que va de 2025, mientras que el ETF iShares Bitcoin Trust (IBIT) se ubica en 14,5 %.
Esta diferencia pone en evidencia que la preferencia institucional actual no está guiada únicamente por la rentabilidad pasada, sino por una visión estratégica de largo plazo.
