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La política comercial impulsada por Donald Trump ha sumido a Wall Street en un clima de incertidumbre que mantiene en vilo a los mercados financieros.
Los aranceles impuestos por la administración estadounidense han generado un freno en las expectativas de crecimiento económico, lo que ha llevado a las empresas cotizadas, especialmente las integradas en el índice S&P 500, a prepararse para una posible contracción de beneficios por primera vez desde 2020.
Las empresas se enfrentan ahora a un terreno incierto, en el que las previsiones económicas han caído en un limbo. El anuncio de una pausa arancelaria de 90 días no ha sido suficiente para calmar los temores, ya que se esperaba una resolución más definitiva.
Según analistas de Bloomberg y UBS, esta situación generará una cascada de revisiones a la baja en las expectativas de beneficios, una dinámica que podría lastrar aún más el mercado.
Impacto en sectores clave
Uno de los sectores más afectados por la tensión comercial y la incertidumbre económica es el bancario. El consenso de Bloomberg prevé una contracción en los beneficios de los bancos estadounidenses de un 1,2% durante el primer trimestre de 2025.
Además, aumenta la preocupación por las mayores provisiones previstas para afrontar el posible deterioro económico. Según Ebrahim Poonawala, analista de Bank of America, la confianza de los clientes sigue siendo clave a medida que se evalúan los riesgos de recesión.
En el ámbito tecnológico, aunque todavía se proyectan crecimientos significativos para empresas como Tesla, Alphabet, Microsoft o Apple, la brecha con el resto de empresas dentro del S&P 500 se está reduciendo.
Refinitiv estima que los beneficios de los gigantes tecnológicos crecerán un 18% en el primer trimestre, pero este avance será menor al de los últimos dos años, señal de que el impacto de los aranceles también podría jugárselo a este sector estratégico.
Los resultados trimestrales como termómetro
Los próximos resultados trimestrales serán decisivos para medir el impacto de esta política comercial. Este viernes, empresas clave como BlackRock, JPMorgan y Wells Fargo publicarán sus cuentas, lo que podría dar una primera señal sobre el estado de los principales sectores.
Más adelante, compañías tecnológicas como Tesla (22 de abril), Alphabet y Microsoft (24 de abril), y Apple, Meta y Amazon (entre el 29 de abril y el 1 de mayo), revelarán sus resultados, ajustando posiblemente sus previsiones con base en el entorno de extrema incertidumbre.
En este contexto, JPMorgan anticipa que muchas empresas recalibrarán sus expectativas de crecimiento, teniendo en cuenta factores como la menor demanda, la reducción de inversiones y el debilitamiento de sus márgenes.
Por su parte, analistas de Bank of America advierten que, ante la falta de claridad sobre el impacto definitivo de los aranceles, la transparencia en las previsiones corporativas puede verse comprometida.
Una economía al borde
La sensación de incertidumbre generalizada lleva a expertos como Larry Fink, CEO de BlackRock, a señalar que gran parte de los líderes empresariales ya perciben una contracción económica en Estados Unidos. Aunque algunos analistas apuntan que el escenario aún no se asemeja a la recesión de inicios de 2020, el riesgo de un deterioro económico más pronunciado parece elevado.
La temporada de resultados podría actuar como un parteaguas para definir el resto de 2025 en los mercados financieros. Con el temor de una recesión en el horizonte y las decisiones empresariales bajo escrutinio, Wall Street se prepara para navegar en aguas más agitadas.
