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El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) parece inclinado a mantener su tasa de interés de referencia en un 4,5% durante su próxima reunión, según el consenso de 61 economistas consultados en una reciente encuesta de Reuters.
Esta postura refleja la cautela de la entidad frente a un panorama económico marcado por incertidumbres globales, incluida la guerra comercial de Estados Unidos y las señales mixtas que emite la economía británica.
Aunque no se esperan cambios inmediatos, los expertos prevén que el BoE realice reducciones en la tasa de interés en los próximos meses. Se anticipan recortes en mayo, agosto y noviembre, en un intento de responder a un entorno económico cada vez más complejo.
La volatilidad en los mercados financieros, causada en parte por las políticas comerciales de Estados Unidos, ha generado dudas sobre la inflación global y presionado los precios de las acciones, con el mercado de Estados Unidos experimentando pérdidas significativas.
Factores detrás de la decisión
El BoE parece decidido a actuar con cautela ante este contexto. A diferencia de otros bancos, como el Banco Central Europeo, que ya ha tomado medidas agresivas con múltiples recortes en las tasas, el enfoque británico sigue siendo más gradual.
Entre los factores que influirán en las próximas decisiones están las expectativas de inflación, que han mostrado un repunte significativo, y el estado del mercado laboral, donde se anticipa una ligera desaceleración en la contratación, aunque sin un aumento alarmante en los despidos.
Adicionalmente, las políticas fiscales jugarán un papel crucial en las próximas decisiones. Se espera que el ministro de finanzas presente nuevas medidas el 26 de marzo para abordar las presiones sobre las reglas fiscales frente a un crecimiento económico más débil y costos de endeudamiento más altos.
El BoE esperará a su reunión de mayo para incorporar estas variables dentro de su estrategia, lo que podría incluir ajustes monetarios adicionales.
Perspectivas económicas
En términos de inflación, los analistas han revisado al alza sus proyecciones para este año, situándola en un promedio de 3%, frente al 2,8% pronosticado anteriormente. Aunque el desempleo se mantiene estable, los riesgos asociados parecen inclinarse al alza, indicando la posibilidad de mayores desafíos a corto y mediano plazo.
Por ahora, el comité de política monetaria observará de cerca la evolución de estas variables clave para determinar el camino correcto, manteniendo su enfoque en decisiones graduales y bien fundamentadas que busquen equilibrar los riesgos tanto internos como externos.
