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El mercado financiero global experimenta un cambio histórico en las apuestas sobre el yen japonés.
Los especuladores aumentan su confianza en la moneda nipona mientras anticipan nuevas subidas de tipos por parte del Banco de Japón. Este fenómeno marca un giro completo respecto a las estrategias del año anterior.
El fortalecimiento imparable del yen en 2024
El yen japonés se ha fortalecido un 4% durante este año. Los datos de inflación muestran solidez y apuntan hacia más subidas de tipos de interés en el futuro cercano. Esta situación cuestiona la popularidad del carry trade del yen, una estrategia que llevó a muchos inversores a posicionarse contra la moneda japonesa durante los últimos dos años.
Las cifras hablan por sí solas. Las posiciones largas netas en futuros de yenes entre operadores no comerciales alcanzaron 96.000 contratos en la semana finalizada el 25 de febrero. Este número supera ampliamente los 61.000 contratos de la semana anterior, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos. Estamos ante un récord histórico en datos que abarcan más de tres décadas.
En términos monetarios, la apuesta por la subida del yen representa aproximadamente 8.000 millones de dólares, según los datos de LSEG. Estas cifras demuestran la confianza sin precedentes que los especuladores depositan en la moneda japonesa.
Factores que impulsan la nueva tendencia
El yen alcanzó un máximo de casi cinco meses, situándose en 148,56 por dólar la semana pasada. Dos factores principales explican esta tendencia: la caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y el aumento en los rendimientos de los bonos japoneses. Ambos elementos reducen el atractivo del dólar frente al yen.
Las expectativas sobre nuevas subidas de tipos por parte del Banco de Japón crecen día a día. Los datos de inflación superan las previsiones iniciales y los comentarios de los funcionarios del banco central japonés refuerzan esta percepción.
Lee Hardman, analista senior de divisas del banco japonés MUFG, afirma: «El Banco de Japón definitivamente ha sido más agresivo de lo que la gente había anticipado a principios de este año». El experto señala que las subidas de tasas y los fuertes indicios de continuidad en esta política marcan un cambio significativo.
El cambio de rumbo del Banco de Japón
El Banco de Japón navega en dirección opuesta a otros bancos centrales importantes. En enero elevó las tasas de interés a un máximo de 17 años, situándolas en el 0,5%. Este cambio resulta notable si consideramos que las tasas fueron negativas durante ocho años hasta 2024, mientras Japón combatía el bajo crecimiento económico y la deflación.
Los especuladores construyeron su mayor apuesta contra la moneda japonesa en 17 años durante julio pasado. En aquel momento, los rendimientos de los bonos estadounidenses se dispararon en comparación con los japoneses. La diferencia en los rendimientos hizo muy rentable pedir prestado en yenes para invertir en activos en dólares mediante el llamado carry trade.
El futuro del yen: perspectivas divergentes
Hardman explica que la mayor volatilidad actual, junto con el aumento del yen y los rendimientos japoneses, han reducido el atractivo del carry trade. «El yen sigue siendo un rendimiento bajo, pero ahora resulta más arriesgado apostar contra él», señala el experto.
Los analistas de JPMorgan consideran que el repunte del yen forma parte de una «rotación más amplia de valor compartido» en los mercados de divisas. Esta visión sugiere cambios estructurales en las estrategias de inversión global.
Sin embargo, no todos comparten el mismo optimismo. Kamal Sharma, estratega cambiario senior de Bank of America, espera que las ganancias del yen sean limitadas. Según su análisis, la moneda podría caer hasta aproximadamente 160 por dólar, debido en parte a las salidas de inversión extranjera directa.
Conclusión: un momento crucial para el mercado de divisas
El cambio sin precedentes en las apuestas sobre el yen japonés refleja una transformación profunda en las expectativas del mercado. Los inversores observan atentamente cada movimiento del Banco de Japón mientras reconfiguran sus estrategias.
Este fenómeno demuestra la naturaleza dinámica de los mercados financieros globales.
Lo que ayer era una apuesta segura, hoy representa un riesgo considerable. Los especuladores navegan estas aguas turbulentas con nuevas estrategias y expectativas renovadas sobre el futuro de la economía japonesa y su política monetaria.
