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OpenAI y SoftBank Group Corp. crearán una empresa conjunta para ofrecer inteligencia artificial en Japón. Cada compañía tendrá el 50% de participación en este proyecto.
Esta alianza busca impulsar la expansión global de OpenAI y fortalecer el papel de SoftBank en la transformación digital del país. El creciente interés japonés por la IA refuerza la importancia de esta iniciativa.
Sam Altman, CEO de OpenAI, y Masayoshi Son, fundador de SoftBank, presentaron el proyecto en Tokio antes de reunirse con el primer ministro Shigeru Ishiba.
Una inversión de gran escala
SoftBank contratará a 1.000 empleados para impulsar las soluciones de IA de OpenAI en sectores como la manufactura automotriz y el comercio minorista.
Además, LY Corp. y PayPay Corp., empresas del grupo SoftBank, invertirán unos 3.000 millones de dólares anuales en esta tecnología.
Este acuerdo refuerza el papel de SoftBank en la evolución global de la IA. La empresa lidera proyectos como Stargate Project en EE. UU., con 100.000 millones de dólares de inversión, y construye centros de datos en Japón para mejorar su infraestructura de IA.
SoftBank y la visión de un futuro basado en la IA
Durante el evento, Son destacó la importancia de acceder a grandes volúmenes de datos para mejorar los modelos de IA. «Más cerebro es definitivamente mejor», afirmó, refiriéndose al potencial de la IA en la toma de decisiones estratégicas.
También aludió a la competencia con DeepSeek, una startup china que ha desarrollado un modelo de IA más económico, aunque insistió en que la calidad de los modelos de OpenAI requiere una inversión considerable.
SoftBank se une así a gigantes tecnológicos como Meta y Microsoft en la inversión multimillonaria en IA, con la intención de consolidar su posición en el mercado global.
Para Altman, el avance en IA en áreas como la salud y la robótica exige una gran capacidad de procesamiento y altos niveles de inversión. «Los rendimientos de un aumento lineal de la inteligencia son exponenciales en términos de valor», sostuvo el CEO de OpenAI.
Japón frente al reto de la Inteligencia Artificial
A pesar del entusiasmo por la IA, Japón enfrenta desafíos estructurales para liderar esta revolución tecnológica. Son ha señalado que el país perdió la oportunidad en la primera ola de crecimiento de Internet y no puede darse el lujo de perder otras tres décadas.
Sin embargo, la dependencia de Japón en la importación de petróleo y gas, sumada a la desconfianza pública hacia la energía nuclear tras el desastre de Fukushima en 2011, limita su capacidad para sostener la infraestructura necesaria para la IA.
El primer ministro Ishiba reconoció que la adopción de la IA en Japón sigue siendo lenta en comparación con Estados Unidos. Su reunión con Altman y Son tuvo como objetivo explorar estrategias para fortalecer el sector tecnológico japonés y preparar su próxima reunión con el expresidente estadounidense Donald Trump.
Un proyecto con dimensiones globales
La alianza entre OpenAI y SoftBank forma parte de una estrategia global para desarrollar centros de datos e infraestructura tecnológica en EE. UU.
Oracle y MGX, empresa respaldada por Abu Dabi, apoyan esta iniciativa, que destinará 500.000 millones de dólares en cuatro años para aumentar la capacidad computacional mundial.
Durante la presentación, Son sorprendió al público con un cristal púrpura, símbolo de su visión tecnológica. En 2016, usó esta metáfora al comprar Arm, líder en diseño de chips.
Ahora, con la nueva empresa conjunta, llamó a la iniciativa de IA empresarial «Cristal Intelligence». «Cristal puede tomar mejores decisiones con datos actualizados y experiencias pasadas», afirmó Son, destacando su entusiasmo por esta alianza.
Conclusión: un paso decisivo en la IA empresarial
La unión de OpenAI y SoftBank representa un avance significativo para la adopción de la inteligencia artificial en Japón.
Con inversiones multimillonarias y el respaldo de líderes tecnológicos, este acuerdo puede redefinir el panorama empresarial japonés y consolidar a SoftBank como un pilar fundamental en la revolución de la IA.
A medida que el país enfrenta desafíos estructurales, la implementación de esta tecnología será clave para su competitividad global en las próximas décadas.
