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En diciembre de 2024, los precios al consumidor en China subieron apenas un 0.1% en comparación con el año anterior, en línea con las expectativas de los analistas. Este aumento, más bajo que el 0.2% registrado en noviembre, intensifica las preocupaciones sobre una posible tendencia deflacionaria, reflejo de la débil demanda interna.
Caída en la inflación de precios al productor
La inflación de precios al productor, que mide los costos empresariales, disminuyó un 2.3% interanual, manteniendo 27 meses consecutivos de caídas. Aunque esta cifra superó ligeramente la expectativa de los analistas de una disminución del 2.4%, sigue siendo un indicador de los persistentes problemas estructurales de la economía china.
Débil consumo pese a las medidas de estímulo
Pese a los esfuerzos de Pekín para estimular el consumo mediante recortes de tasas de interés, apoyo a mercados clave como el inmobiliario y el bursátil, y el aumento de los préstamos bancarios desde septiembre, la reactivación de la demanda interna sigue siendo limitada. Más recientemente, se implementaron planes de renovación de equipos y subsidios para fomentar el consumo, pero su impacto ha sido moderado.
Señales mixtas en la recuperación económica
Algunos indicadores, como la actividad fabril, muestran cierto optimismo, con tres meses consecutivos de crecimiento. Sin embargo, el ritmo de expansión se desaceleró en diciembre. A esto se suman desafíos como las dificultades persistentes en el sector inmobiliario y las tensiones comerciales con Estados Unidos, que continúan afectando el desarrollo económico.
Desempeño débil del yuan frente al dólar
En el mercado cambiario, el yuan chino cayó a un mínimo de 16 meses, situándose en 7.3316 frente al dólar. Este descenso fue impulsado por el aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses y el fortalecimiento de la divisa norteamericana.
Analistas como Louise Loo de Oxford Economics apuntan que, aunque se esperan mejoras en el futuro, el camino hacia la reflación será más lento y limitado de lo previsto debido a la persistente debilidad en el gasto de los consumidores.
Conclusión
Aunque ciertos sectores muestran señales de recuperación, los grandes desafíos económicos, tanto internos como externos, marcan un panorama incierto para China. La economía enfrenta una ardua tarea para superar los problemas estructurales y las presiones globales que limitan su crecimiento.

















