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La llamada «Gran Transferencia de Riqueza» es uno de los fenómenos económicos más importantes de nuestra época. Se proyecta que más de 100 billones de dólares cambiarán de manos entre generaciones de aquí a 2048, según datos de Cerulli Associates. De esta cifra, unos 85 billones serán heredados específicamente por las generaciones X y millennial. Esta masiva redistribución está transformando no solo la economía, sino también cómo las familias adineradas gestionan su patrimonio.
Una nueva mentalidad al heredar riquezas
A medida que los millennials (de 27 a 42 años) y la Generación X (de 43 a 58 años) toman las riendas de estas herencias, están reimaginando las políticas y estrategias de las tradicionales oficinas familiares, espacios tradicionalmente dedicados a la gestión de los bienes de los ultra adinerados.
Según Nirbhay Handa, CEO de Multipolitan, estas generaciones están menos motivadas por la simple acumulación de riquezas y más interesadas en crear un impacto positivo en la sociedad. Los temas como el cambio climático, la diversidad, la salud y la sostenibilidad son ahora prioridades clave en sus decisiones de inversión.
Martin Roll, experto en oficinas familiares y negocios, señala que este cambio refleja valores generacionales claros. Mientras que las generaciones previas solían focalizarse en maximizar el beneficio, los millennials y Gen X están empeñados en equilibrar progreso y ganancias.
Esta mentalidad está llevando a un marcado aumento de inversiones en empresas que promueven las metas de sostenibilidad ambiental, como Oatly o Beyond Meat, en detrimento de industrias tradicionales como los combustibles fósiles.
Oficinas familiares como centros de innovación
Bajo la administración de las nuevas generaciones, las oficinas familiares han dejado de ser espacios conservadores centrados en inversiones pasivas. Han evolucionado hacia centros de innovación con un enfoque activo y progresista. Estas oficinas buscan liderar cambios invirtiendo directamente en startups y tecnologías emergentes.
Según Martin Roll, hoy en día es común que inviertan en áreas como tecnologías climáticas, EdTech, tratamientos de agua y energías renovables.
Además, muchas familias están diversificando su portafolio más allá de los negocios tradicionales que construyeron su fortuna inicial. Por ejemplo, si una familia amasó su riqueza a partir de químicos, las nuevas generaciones pueden optar por orientarse hacia industrias de menor impacto ambiental o que resuelvan problemas globales importantes. Roll señala que esta flexibilidad fomenta inversiones innovadoras y alineadas con los valores personales de los herederos.
Los retos de una generación consciente
La transformación en las prioridades de inversión no ha sido un simple capricho, sino una respuesta a los eventos globales actuales. En palabras de Handa, «Esta generación ha visto guerras, los efectos claros del cambio climático y la escasez de agua potable. Como resultado, son más decididos a enfocarse en temas alineados con sus valores».
Fenómenos como huracanes más frecuentes, inundaciones y otros desastres medioambientales han hecho palpable la urgencia de actuar. Lo que décadas atrás era un problema abstracto, hoy es una realidad visible para todos.
Mirando al futuro
En definitiva, esta nueva era de transferencias de riqueza no solo está redefiniendo el concepto de legado familiar. También está marcando una diferencia tangible al reorientar miles de millones de dólares hacia sectores que buscan resolver los grandes desafíos de nuestra época, como el cambio climático, la equidad de género y el acceso a servicios esenciales.
«La manera en que se hacía todo antes no será igual en el futuro», dice Handa, quien cree firmemente que este proceso está democratizando e impulsando cambios necesarios en la economía global. Como señala Roll, «El dinero ahora hará trabajos importantes. Se reinvertirá en tecnología y en abordar los grandes retos de nuestro tiempo».
Esta revolución generacional en el manejo de la riqueza no solo afecta a quienes la heredan, sino también al mundo entero. Gen X y los millennials están trazando un camino donde las inversiones ya no son solo un medio para generar más riqueza, sino una herramienta poderosa para construir un futuro más prometedor para todos.
