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El rally bursátil avanza con fuerza hacia el cierre de 2024, eso es evidente… hasta el momento.
Los inversores han redoblado su confianza en las acciones estadounidenses mientras el mercado mantiene una tendencia alcista. En la Encuesta Global de Administradores de Fondos de diciembre de Bank of America (BofA), el 36% de los encuestados reportó estar sobreexpuesto a las acciones de EE. UU., marcando el nivel más alto en la historia de esta encuesta.
El fuerte desplazamiento hacia las acciones estadounidenses coincide con la menor asignación de efectivo jamás vista y un aumento del apetito global por el riesgo a un máximo de tres años. Este comportamiento se alinea con las recientes previsiones de Wall Street sobre la «excepcionalidad» de EE. UU., que podría extenderse hasta 2025.
Factores clave que impulsan el optimismo
Varios elementos están alimentando esta ola de optimismo.
Michael Hartnett, estratega de inversiones de BofA, señaló que la posibilidad de un segundo mandato de Donald Trump, el optimismo sobre el crecimiento económico estadounidense y las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal están impulsando el «sentimiento súper alcista».
Esta perspectiva positiva también está respaldada por la confianza en que la economía global evitará una recesión en 2025.
El temor al «aterrizaje forzoso» se desvanece
La posibilidad de un «aterrizaje forzoso» -donde tasas de interés más altas provocarían una desaceleración económica- parece cada vez más lejana. Solo el 6% de los encuestados espera que la economía mundial experimente un aterrizaje forzoso en los próximos 12 meses, la cifra más baja en seis meses.
Esta tendencia refleja la creciente confianza en la estabilidad de la economía global.
«No aterrizaje» y crecimiento resiliente
El 33% de los inversores ahora prevé un escenario de «no aterrizaje» para la economía global. En este escenario, el crecimiento se mantiene fuerte, pero la inflación no se reduce al objetivo del 2% de la Reserva Federal. Este pronóstico se apoya en la solidez de la demanda y en una inflación que, aunque persistente, no parece frenar el ritmo de la actividad económica.
Daniel Morris, estratega jefe de mercado de BNP Paribas Asset Management, afirmó que los mercados están cambiando de una perspectiva de «aterrizaje suave» a una de «no aterrizaje». Según Morris, «la inflación podría no bajar como proyecta la Fed, y junto con ello, tampoco se verá una desaceleración del crecimiento económico».
Riesgos ocultos en la reducción de efectivo
A pesar del optimismo, no todas las señales son positivas.
La asignación de efectivo de los inversores cayó del 4.3% en noviembre al 3.9% en diciembre, el nivel más bajo registrado en la encuesta de BofA. Este movimiento puede sugerir que los inversores están apostando con demasiada fuerza al mercado de acciones.
Históricamente, una posición de efectivo inferior al 4% ha sido una «señal de venta» de corto plazo, según Hartnett. Desde 2011, cuando esta señal se activa, el índice MSCI ACWI ha caído en promedio un 2.4% durante el mes siguiente y un 0.7% en los tres meses posteriores. Esta correlación sugiere la posibilidad de una corrección del mercado en el corto plazo.

El precedente de octubre: ¿señal falsa o advertencia?
Curiosamente, esta misma «señal de venta» se activó en la encuesta de octubre de BofA. Sin embargo, desde entonces, el índice MSCI, que BofA rastrea a través del ETF iShares MSCI de BlackRock (ACWI), ha subido más del 1% hasta el inicio de la jornada bursátil del martes. Esto pone en duda la efectividad de la señal de venta en el actual contexto de «excepcionalidad» estadounidense.
Perspectivas para 2025: cautela ante la euforia
Si bien el optimismo predomina, los inversores deberán monitorear cuidadosamente los movimientos de efectivo y las expectativas de inflación. La historia sugiere que una asignación de efectivo demasiado baja puede preceder a correcciones de mercado. Sin embargo, la confianza en el crecimiento económico y la posibilidad de recortes de tasas por parte de la Fed están impulsando el «sentimiento súper alcista» que podría dominar 2025.
El «exceso de optimismo» ha llevado a algunos analistas a advertir que el mercado podría estar sobrevalorado, especialmente si la inflación persiste y la Fed no recorta las tasas como se espera. No obstante, los inversores parecen dispuestos a asumir el riesgo, convencidos de la «excepcionalidad» de la economía estadounidense en el año venidero.

















