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El popular analista de mercado y autor, Robert Kiyosaki, considera que la situación financiera global está en una situación «rara». En ese sentido, pide a las personas que no confíen en nadie a la hora de invertir sus capitales. En lugar de ello, considera que cada quien debe hacer sus propias investigaciones antes de tomar decisiones.
Para ilustrar esto cuenta una anécdota que él mismo vivió. En una publicación reciente en su cuenta de X, el experto relata un episodio relacionado con el mercado de divisas. Una persona cercana a él le afirmó que una de las opciones de inversión confiables eran los dinares iraquíes.
El autor afirma que en primer momento se sorprendió ante semejante sugerencia de inversión tan exótica. Como este suponer, preguntó cuáles eran las razones que le llevaban a pensar en que esa era una buena inversión. En palabras más simples, ¿por qué habría de invertir en esa moneda a la que poca atención prestan los mercados?
La respuesta de la persona fue «rara» en concordancia con lo «raro» que está ahora el mundo financiero, según Kiyosaki. La persona le comentó que Jesucristo se le apareció en un sueño y le pidió que informara a todos de que la mejor inversión en estos momentos es el dinar iraquí, relata.
Robert Kiyosaki y el problema de confiar en asesorías de inversión
El autor del bestseller «Padre Rico, Padre Pobre» insinúa que las inversiones personales son un asunto extremadamente privado. En ese sentido, las personas no deben confiar en opiniones de inversión de terceros, sobre todo en tiempos como el actual.
Continuando con su anécdota, Robert Kiyosaki y su interlocutor probablemente no llegaron a un acuerdo. El autor, al enterarse de que fue Jesús quien recomendó la inversión, respondió «yo nunca dije eso» en tono sarcástico.
Aunque ese mensaje pueda considerarse como una de las muchas anécdotas que puede tener un inversor en su camino, sus enseñanzas son enormes. Existen personas que realizan inversiones arriesgadas en ciertos activos, las cuales terminan mal. Para enmendar su error, estas desean que otras personas también compren el activo para tratar de inflarlo.
Esto sucede de manera habitual en sectores como el de criptomonedas. Algunos inversores que colocan capital en tokens de baja capitalización tienden a acudir a los denominados influencers para tratar de inflar el valor del activo y rescatar su capital. De tal modo, la enseñanza de la anécdota de Kiyosaki, Jesús y los dinares iraquíes es que no se debe confiar plenamente en consejos de inversión.
Según este analista financiero, no se debe asumir a la ligera ningún tipo de recomendaciones de inversión. Se debe permanecer escéptico, incluso si quien recomienda es el propio Jesús, expresa.
