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Ante la creciente presión de las sanciones internacionales, Rusia explora nuevas vías para mantener su economía en funcionamiento. La adopción de criptomonedas para las transacciones transfronterizas se presenta como una posible solución, desafiando el orden financiero establecido y abriendo un nuevo capítulo en la guerra económica global.
Recordemos que en julio, los legisladores rusos aprobaron un proyecto de ley que permitiría a las empresas utilizar criptomonedas. En sí, como parte de los esfuerzos para eludir las occidentales impuestas. De hecho, el presidente Vladimir Putin firmó estas leyes el 8 de agosto.
Para el momento, la gobernadora del banco central de Rusia, Elvira Nabiullina, expresó que las primeras transacciones en criptomonedas tendrían lugar antes de finales de año.
Al respecto, el jefe de la cámara baja de la Duma, Anatoly Aksakov, dijo: «Estamos tomando una decisión histórica en el ámbito financiero».
De igual importancia, el 8 de agosto, el presidente firmó otra ley que permite a las entidades aprobadas minar criptomonedas en el país después de registrarse a través de una base de datos estatal. La ley, que entrará en vigor en noviembre de 2024, facultará al Ministerio de Finanzas y al Banco de Rusia para regular el sector de la criptominería de forma conjunta.
Por cierto, el Ministro de Finanzas, Anton Siluanov, declaró el 14 de agosto, que las autoridades están buscando formas de legalizar los cripto exchange, aunque aún no se había determinado una solución.
¿Rusia apuesta por el futuro?: Las criptomonedas como arma contra las sanciones
Como se ha indicado anteriormente, Rusia se está preparando para comenzar a probar los cripto exchange y los pagos con tokens digitales el 1 de septiembre para aliviar las dificultades de pago causadas por las sanciones internacionales. Según la información, estas pruebas incluirán el Sistema Nacional de Tarjetas de Pago (NPCS), para facilitar las conversiones entre rublos y criptomonedas.
Realmente, este sistema, creado por el banco central en 2014, fue elegido debido a la infraestructura y el marco regulatorio existentes que ya respaldan los pagos interbancarios nacionales y las tarjetas Mir.
Moscú y San Petersburgo: ¿Próximas plazas para el cripto trading?
Ahora bien, si las pruebas tienen éxito, Rusia podría permitir que la Bolsa de Valores de Moscú y la Bolsa de Divisas de San Petersburgo (SPCEX) establezcan un cripto exchange a partir del próximo año. Donde cualquier criptomoneda existente podría usarse para dichas pruebas.
De modo que, el primer exchange se situaría en San Petersburgo, y se enfocaría en facilitar la actividad económica extranjera, especialmente con países que no están sujetos a las sanciones impuestas por Occidente.
Por su parte, el segundo exchange, aunque no se ha confirmado su ubicación exacta, se planearía para Moscú, sugiriendo una estrategia dual para abarcar diferentes aspectos del cripto mercado.
Sin embargo, SPCEX, aclaró que no es cierto que vayan a convertirse en uno de los exchange. Indicando que la estrategia de desarrollo que siguen «se centra en sus propios productos y servicios en los mercados monetarios y bursátiles y no implica la prestación de ningún servicio relacionado con las criptomonedas».
Como sea, Rusia traza una estrategia clara para sortear las limitaciones financieras impuestas por las sanciones. Al permitir transacciones de mayor escala, el país busca mantener la liquidez de su economía y adaptarse a un entorno global donde los activos digitales juegan un papel cada vez más relevante.
Me despido con esta frase de Christine Lagarde: «La regulación de las criptomonedas sigue siendo un desafío global, y la falta de claridad normativa puede crear un entorno incierto para los inversores».
