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En las últimas semanas, el apoyo a las criptomonedas entre los miembros del Partido Demócrata en Estados Unidos parece estar en aumento. Un claro ejemplo de esta tendencia es la aparición del movimiento de base Crypto4Harris, que se dedica a organizar actividades y fomentar un entorno favorable hacia las monedas digitales dentro del partido.
A esta tendencia se han sumado destacados representantes del partido del presidente Joe Biden, como el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer. Schumer participó este miércoles en un evento virtual organizado por Crypto4Harris, lo que subraya el creciente interés en las criptomonedas entre las filas demócratas.
Sin embargo, es notable la ausencia de miembros del equipo de campaña de Kamala Harris en estas iniciativas. A pesar de ser una figura clave en el partido, Harris ha mantenido silencio sobre el tema de las criptomonedas, lo cual podría tener un impacto negativo en sus aspiraciones presidenciales y desviar el apoyo hacia su rival republicano, Donald Trump.
A pesar de la creciente presión dentro del partido, es poco probable que la iniciativa de Crypto4Harris logre cambiar significativamente la intención de voto. No obstante, figuras influyentes como los empresarios Anthony Scaramucci y Mark Cuban están acercándose a este movimiento, lo que podría indicar un cambio en el panorama político a favor de las criptomonedas.
El equipo de campaña de Harris se distancia de las criptomonedas
Como se mencionó anteriormente, el equipo de campaña de Harris ha sostenido conversaciones con líderes de la industria, pero el silencio y la aparente indiferencia hacia el mercado cripto son evidentes. Durante la administración Biden, hubo una fuerte ofensiva contra las criptomonedas, a pesar de que gran parte de la campaña de Biden fue financiada con dinero cripto de FTX.
En las elecciones actuales, la industria cripto parece inclinarse hacia el Partido Republicano, en contraste con las elecciones anteriores, donde FTX de Sam Bankman-Fried fue prácticamente la única fuente significativa de financiamiento cripto, destinando unos $100 millones principalmente a los demócratas.
Tras descubrirse el fraude, la administración Biden respondió con una ofensiva contra la industria cripto, encabezada por Gary Gensler en la SEC. Este período de cuatro años estuvo marcado por ataques y presiones significativas contra el sector, lo que resultó en pérdidas millonarias y un sentimiento generalizado de criminalización dentro de la industria.
La respuesta de la industria cripto ha sido de rechazo hacia el Partido Demócrata, una situación que Donald Trump ha aprovechado, a pesar de su conocida antipatía hacia las criptomonedas. Sin embargo, durante su gobierno, Trump no llevó a cabo una persecución tan intensa como la actual.
