¿Qué está pasando en el mundo crypto? En el canal de WhatsApp de CriptoTendencia te lo contamos todo. ¡Suscríbete!
En el segundo día de Consensus 2024, surgió una pregunta intrigante: ¿Qué tienen en común Caroline Butler, Katherine Dowling, Joseph Chalom y Cynthia Lo Bessette? Bajo la moderación de James Seyffart, exploramos cómo estas figuras destacadas, junto a sus compañías, han dedicado una década a desarrollar productos financieros para una amplia gama de inversores.
Caroline, Katherine, Joseph y Cynthia representan a algunas de las organizaciones financieras más influyentes del mundo, como BlackRock, BNY Mellon, Bitwise Asset Management y Fidelity Investments. Este evento presenta una oportunidad única para que voceros, panelistas y expertos compartan un mismo escenario, siendo observados atentamente por toda la industria en Consensus 2024, el evento cripto más destacado del año.
La historia apenas comienza: Diez años creando productos financieros y herramientas digitales
El año comenzó con un hito significativo: la aprobación de un ETF de Spot Bitcoin en enero, lo que perfiló el inicio del año como uno de los más prometedores para los inversores institucionales. Esto sucedió a pesar de los esfuerzos de legisladores y reguladores por moderar la adopción de las criptomonedas.
Caroline Butler, quien lidera la división de Activos Digitales en BNY Mellon, fue la primera en intervenir. Explicó que BNY Mellon reconoce firmemente la relevancia de la tecnología blockchain para el futuro, especialmente en la gestión de activos digitales. Actualmente, BNY Mellon proporciona servicios de custodia para inversores tanto institucionales como minoristas.
Por su parte, Joseph Chalom de BlackRock, quien desempeña un rol similar al de Butler, compartió cómo su experiencia en la gestión de activos tradicionales ha sido fundamental para facilitar la adopción institucional de la blockchain en BlackRock.
El desarrollo de las grandes firmas en los últimos 10 años
Compañías como BlackRock, BNY Mellon y Fidelity no solo han incursionado en los activos digitales y explorado nuevas fronteras, sino que también llevan más de 10 años transformando el ecosistema. De hecho, estas empresas se han mantenido a la vanguardia de la industria gracias a sus investigaciones y al desarrollo de proyectos innovadores.
Los servicios de custodia para Bitcoin y Ethereum dirigidos a clientes institucionales marcaron sus primeros lanzamientos. Posteriormente, estrategias como el manejo de activos digitales y la tokenización, así como los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin y Ethereum, han definido la nueva dirección de estas compañías.
Para Cynthia Lo Bessette, uno de los mayores desafíos para la industria tradicional ha sido diseñar productos e introducirlos en el mercado de manera efectiva. Destaca que, aunque el soporte y la investigación son en muchos casos similares, es crucial adaptar estos procesos para liderar en el ámbito de los activos digitales.
¿En dónde nos encontramos?
Katherine Dowling señaló que el panorama actual es radicalmente diferente al de las finanzas tradicionales, destacando el impresionante crecimiento de la industria y el considerable nivel de inversión que han recibido los ETF de Bitcoin a principios de año, con montos que alcanzan los miles de millones de dólares.
Nuestra misión sigue siendo la misma: desarrollar productos de alta calidad y educar tanto al consumidor como al inversor final, afirmó Dowling. Por su parte, Joseph Chalom de BlackRock añadió: «Cripto no es solo un complemento; forma parte integral de nuestro portafolio actual».
Durante su participación, Caroline Butler explicó la razón por la cual ha tomado tanto tiempo para que empresas de gran envergadura muestren interés en esta emergente industria. Para BNY Mellon, que gestiona 47 billones de dólares en activos, un cambio rápido no es viable, aseguró Butler. Este cauteloso enfoque es un denominador común entre las grandes firmas financieras.
Los panelistas coincidieron en que, tras una década de innovación en productos financieros, el momento actual es crucial. Estamos presenciando una transformación de los activos tradicionales hacia los digitales y, eventualmente, hacia la tokenización de estos.
