La quiebra ha avivado los temores sobre el futuro del sector de las criptomonedas. El 2022 estuvo marcado por varias quiebras y el 2023 no se está quedando atrás. Las sacudidas provocadas por el hundimiento de las criptomonedas continúan. En este post te presentamos las crypto empresas en quiebra en el año 2022 y el presente.
Para iniciar, el 01 de julio de 2022, Three Arrows Capital (3AC), la empresa de inversiones en criptomonedas, se declaró en bancarrota del Capítulo 15 en Nueva York. Para proteger sus activos estadounidenses tras una orden de liquidación dictada en las Islas Vírgenes Británicas.
La presentación surgió horas después de que Voyager Digital suspendiera sus operaciones y retiros. Citando préstamos impagos a Three Arrows por un total de $ 646 millones.
Específicamente, el detonante final fue un incumplimiento con Voyager Digital de 15.250 BTC y $ 350 millones en la Stablecoin USDC. Dicho incumplimiento tuvo lugar el pasado día 27 de junio, según relató en un comunicado la empresa afectada.
Actualmente, según The Block, los fundadores de 3AC, Su Zhu y Kyle Davies, planean recaudar $ 25 millones para iniciar un nuevo cripto exchange llamado GTX.
Seguidamente, el Crypto prestamista Celsius se declaró en bancarrota del Capítulo 11 en el Distrito Sur de Nueva York, el 13 de julio de 2022, después de la crisis de efectivo.
Por cierto, la compañía detuvo todos los retiros, así como algunas otras funciones, el 12 de junio, citando «condiciones extremas del mercado».
De hecho, subastará sus activos este mes, al tiempo que ha recibido luz verde para devolver algunos fondos de clientes. Celsius dijo que hasta el momento ha recibido múltiples ofertas que proponen una variedad de posibles transacciones y estructuras de negocio para adquirir sus activos.
Actualmente, un juez de Nueva York dictaminó que la empresa que causó pánico y provocó la pérdida de millones de dólares de sus inversores tenía derecho de propiedad sobre los fondos en Earn Accounts de aproximadamente 600 mil usuarios, con una suma de $ 4.200 millones.
Días después de interrumpir el trading, los retiros y los depósitos, en julio de 2022 el exchange de criptomonedas Voyager Digital se declaró en quiebra bajo el Capítulo 11 en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
Efectivamente, Voyager explicó que la medida forma parte de un «Plan de Reorganización». Cuando se aplique, el plan permitirá a los clientes volver a acceder a sus cuentas y Voyager «devolverá el valor a los clientes».
Como si fuera poco, FTX se declaró en bancarrota el 11 de noviembre de 2022 y Sam Bankman-Fried dimitió como su CEO. La avalancha de solicitudes de retiro de dinero por parte de los inversores, provocada por la desconfianza en FTT, el ‘token’ de FTX, llevó a la compañía a una situación crítica.
Incluso Binance, que estaba dispuesta a rescatarla, descartó hacerlo después de comprobar el estado de las cuentas de la firma fundada por Bankman-Fried.
Ahora bien, Brett Harrison, el antiguo jefe de FTX US está lanzando una nueva empresa de software de criptomoneda (Architect). Y ha recaudado $ 5 millones de varios inversores, según Bloomberg.
El 28 de noviembre de 2022, BlockFi, una plataforma de préstamos de criptomonedas, se declaró en bancarrota, acogiéndose voluntariamente a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Y suspendiendo la mayoría de sus servicios.
Efectivamente, el movimiento llegó poco después de que la compañía admitiera que tenía «una elevada exposición» al exchange fundado por Sam Bankman-Fried y sus entidades asociadas, entre ellas, el fondo Alameda Research.
Una de las más grandes compañías mineras de Bitcoin, Core Scientific, el 21 de diciembre de 2022, solicitó protección bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
Aunque la empresa siguió generando flujos de caja positivos, los ingresos no fueron suficientes para cubrir los costes operativos, que implicaban el pago del arrendamiento de sus equipos de minería de Bitcoin.
Sin embargo, estaba previsto que continuara operando con normalidad mientras llega a un acuerdo con sus acreedores.
Como si fuera poco, un bufete de abogados con sede en Nueva York dice que ha iniciado una investigación sobre si la minera de Bitcoin, Core Scientific, y su directiva potencialmente participaron en «fraude de valores y otras prácticas comerciales ilegales» que llevaron a la caída del precio de sus acciones en varias ocasiones.
La última víctima ha sido Genesis, una firma de criptomonedas a la que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) había acusado recientemente de prácticas irregulares y que ya congeló en noviembre 2022 la retirada de fondos de clientes. El viernes 20 de enero ha hecho buenos los pronósticos y se ha declarado en bancarrota. Es la última ficha de dominó que cae en el sector.
Genesis anunció que varias sociedades del grupo, las dedicadas al negocio de préstamos, se acogen a la legislación estadounidense de bancarrotas para iniciar un proceso de reestructuración de su deuda. Las filiales de Genesis dedicadas a la negociación de derivados y al contado y a los negocios de custodia continúan con las operaciones.
A manera de cierre, ¿la caída de estas crypto empresas serán las últimas en el sector? Como ocurre en cualquier mercado, la depuración de empresas mal gestionadas está a la orden del día.
Me despido con esta frase de Antoine de Saint: «El fracaso fortifica a los fuertes».
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