La examinadora designada por los tribunales, Shoba Pillay, presentó el respectivo informe relacionado con las operaciones que realizaba la firma cripto Celsius, antes de quedar en quiebra. Dicho documento llegó el 31 de enero. Las cifras encontradas sugieren que la compañía habría incurrido en conductas un tanto «dudosas», tomando en cuenta aspectos como la transparencia a sus clientes. Contempló engaños en los fondos de Celsius, mientras que detallaba la información obtenida.

Se observaron los movimientos y almacenamientos de criptomonedas entre los operadores. Esto, mientras que se encontraron incongruencias en los balances que se mostraban al público.

Irregularidades en los datos

Los hallazgos sugieren que, desde hace un buen tiempo, por no decir desde «un principio», fueron practicados ajustes de cifras que no serían del todo ciertas. Pillay señaló que en los inicios de la empresa ya existían procedimientos con los que la comunidad pasaría por alto los problemas que estaban surgiendo.

Por ejemplo, habló sobre la oferta inicial de monedas, cuyo resultado sería desfavorable para la operatividad de la firma. Uno de los primeros engaños en los fondos de Celsius sería la omisión de los responsables para mostrar la cantidad de dinero reunido. En definitiva, Celsius no conseguiría recaudar los $50 millones iniciales, llegando a obtener $32 millones solamente.

El comportamiento errático relacionado con el balance del dinero hizo que la inspectora denotara engaños en los fondos de Celsius desde prácticamente sus inicios.
El comportamiento errático relacionado con el balance del dinero hizo que la inspectora denotara engaños en los fondos de Celsius desde prácticamente sus inicios.

«Celsius se promocionaba como una organización altruista», dijo Pillay. «Tras bastidores, Celsius llevaba a cabo su actividad de una manera totalmente distinta a como se presentaba a sus clientes en todos los aspectos clave», agregó. A medida que avanzaba el tiempo, las irregularidades reflejadas en los datos del informe no hacían más que persistir.

Las fallas recurrentes en los intentos de la compañía para mostrar una imagen de «seguridad» terminaron por salir a flote. Un aspecto crucial para enrudecer la problemática sería la incapacidad de recompra de activos. «Celsius no obtuvo suficiente rendimiento de sus despliegues de criptoactivos para financiar completamente sus recompras de CEL», comentó la encargada. Con dicha insuficiencia, las garantías de los clientes quedaron prácticamente congeladas.

Volúmenes de capital insuficientes

Los problemas de la empresa tomaron fuerza cuando el flujo de dinero no cumplía con los balances necesarios para solventar las operaciones de los usuarios. Estamos hablando de una narrativa de desinformación «continua», la cual no podría esconderse en cierto punto.

Con base en ello, Shoba Pillay mencionó el método de los engaños en los fondos de Celsius para conservar los flujos. Los activos de algunos clientes eran utilizados para financiar las compras de monedas CEL. Poco a poco, el déficit entre cada transacción fue volviéndose más notable.

De esta manera, se llega hasta lo ocurrido a pocas semanas de la declaración de la quiebra, a mediados de junio de 2022. «Entre el 9 y el 12 de junio, Celsius utilizó directamente nuevos depósitos de clientes para financiar solicitudes de retirada de clientes». Pillay aprovechó para resaltar más defectos en el apartado fiscal. Habían “Importantes deficiencias en el cumplimiento de las obligaciones fiscales”.

Hay que recalcar que no participaban profesionales en el ámbito fiscal sino hasta mediados de 2021.

Teniendo en mente el estancamiento donde cayó Celsius, es posible que enfrente cargos fiscales en estados norteamericanos. Se mencionan a Texas, Pensilvania y Georgia, incluyendo facturas millonarias que superarían los $20M.

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