El proceso de minería de la más popular de las monedas virtuales, Bitcoin, actualmente consume 62 Terawatts hora. Según el índice de consumo de la Universidad de Cambridge (CBECI), se trata de una cifra 60% más baja en comparación con su pico histórico. Así, durante el pasado mes de mayo, el consumo alcanzó los 143 Tw/h.

Esta disminución, corresponde a la brusca caída del hashrate luego de las desconexiones masivas en la República Popular de China. Desde marzo, el país asiático tomó una serie de medidas para prohibir el proceso de extracción de Bitcoin dentro de sus fronteras. Cabe resaltar que, hasta ese momento, en la nación asiática, se concentraba aproximadamente el 65% de todo el poder de hash de la criptomoneda pionera.

Al entrar en vigencia las medidas punitivas en contra de los mineros, el consumo cayó hasta los niveles de finales de noviembre de 2020. Ahora, el proceso de generación de la criptomoneda, consume considerablemente menos energía. Asimismo, se reducen las posibilidades de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Este último, se trata del principal punto de ataque de los detractores de la criptomoneda.

La minería de Bitcoin da un paso atrás en cuanto a consumo de energía

El hecho de que la minería Bitcoin consume ahora menos energía, podría estar relacionado con otro factor adicional del mencionado arriba. Se trata de que las nuevas conexiones se realizan con equipos más eficientes en cuanto al consumo. En otras palabras, el aumento del hash en Occidente, tiene proporciones más bajas que en otros momentos debido al bajo consumo de las nuevas ASICs.

En ese sentido, el citado índice de consumo de Cambridge, establece que la disminución por eficiencia ha caído desde 47 a 24 TW/h. Se trata de una tendencia que se convirtió en una de las argumentaciones más esgrimidas de los defensores de Bitcoin frente a las críticas.

Lo cierto del caso es que, por lo menos en estos momentos, la cantidad de energía que sostiene la red de Bitcoin es considerablemente menor. Al mismo tiempo, esto se expresa en la fórmula hash/consumo. Por ejemplo, desde que iniciaron las desconexiones masivas, el poder de cómputo de la red ha disminuido entre 40% y 50% desde su máximo histórico.

Paralelamente, el consumo ha bajado 60% en la misma escala, lo que hace presumir que la eficiencia juega un rol importante. En estos números, no se incluye el consumo de energía de procesos relacionados con la minería que no influyen directamente en el hashrate. Entre ellos, se podría destacar el uso de extractores, por nombrar uno de ellos.

Hashrate de Bitcoin ha caído y, con él, la cantidad de energía que consume la minería de Bitcoin. Fuente: Coinwarz
Hashrate de Bitcoin ha caído y, con él, la cantidad de energía que consume la minería de Bitcoin. Fuente: Coinwarz

El proceso de minado se hace más amistoso con el ambiente

Un factor importante relacionado con la caída de la cantidad de energía que consume la minería de Bitcoin, es su impacto ambiental. Como ya se resaltó, este ha sido el principal “talón de Aquiles» del negocio. Tanto así, que las críticas al impacto ambiental, le han costado a la criptomoneda pionera la caída de más del 50% de su valor.

A principios de año, el precio por moneda de Bitcoin, estuvo cerca de los $65.000 dólares estadounidenses. Luego de que el CEO de Tesla, Elon Musk, tomara acciones desde su empresa aludiendo el impacto ambiental de la minería, el precio se desplomó. De tal manera, al momento de redactar, el valor de mercado de Bitcoin se sitúa en $33.360.

No obstante, la disminución del consumo tiene algunas interpretaciones positivas. La primera de ellas, es que la minería de Bitcoin se desconcentra al salir de China, dando mayor fortaleza a la red. De igual manera, algunas provincias que fueron “limpiadas» de mineros, cuentan con electricidad alimentada por carbón. Esto último quiere decir que gran parte de la minería contaminante, está inactiva.

Las granjas de minería emisora de gases de efecto invernadero, están en proceso de mudanza a lugares con energía renovable. Entre estos sitios, se destaca Estados Unidos. En la ciudad de Miami, por ejemplo, el alcalde Francis Suárez, ofreció a los mineros chinos establecerse con energía 100% renovable.

Recuperación del hashrate con menos consumo

Este contexto abre la puerta a la solución de dos importantes problemas en el terreno de la minería de Bitcoin. El primero, es la reducción considerable de la emisión de gases de efecto invernadero. El segundo, es que el consumo será menor con la eficiencia de los nuevos equipos.

En consecuencia, se espera que la recuperación del hashrate a los niveles previos a la prohibición en China, se produzca en el mediano plazo. Por su parte, el nivel de consumo no crecerá acorde a este aumento del cómputo.

Estos números, dejan a la minería de Bitcoin bien parada como negocio. Aun así, se debe considerar que, incluso en el mayor momento de consumo, la actividad representaba una parte muy pequeña de consumo y contaminación en comparación a otros sectores.

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