Los ataques contra la minería de Bitcoin han sido desde múltiples frentes, pero pocos se atreven a hacer una comparación con otros sectores. En otras palabras, cuando se critica a la extracción de criptomonedas por su alto consumo eléctrico, ¿Se trata de un alto consumo en comparación con qué?
En ese sentido, señala el más reciente reporte de Galaxy Digital Mining, que otros sectores consumen mucha más energía que la minería digital. Las críticas en contra de la generación de criptomonedas, es que es transparente a la hora de auditar. Por otra parte, el sistema bancario internacional y la minería de oro, ofrecen pocas pistas.
Así, se puede concluir que Bitcoin no es “el malvado de la película». Por el contrario, otros sectores como los mencionados más arriba, son potenciales focos contaminantes que empequeñecen el impacto de Bitcoin en el momento que se les compara.
¿Se pueden establecer comparaciones entre la minería Bitcoin y otros sectores?
Como se resalta más arriba, el consumo de energía de la minería de Bitcoin en comparación con otros sectores, se torna minúsculo. Pese a ello, no se puede negar que el consumo de la actividad de minería digital sea de grandes proporciones. Lo importante de resaltar es que, por ejemplo, el sistema bancario consume muchas veces más energía que Bitcoin.
De esta forma, el mencionado reporte de Galaxy, demuestra con una intensa investigación, que Bitcoin consume menos de la mitad de energía que ambos sectores. Las matemáticas, como siempre, parecen ser contundentes. Mientras el consumo de energía de la minería Bitcoin es de 113.89 terawatts por ora por año, el de la industria bancaria, es de 263.72 TWh por año.
Por su parte, el negocio de la extracción de oro, consume aproximadamente 240.61 TWh por año. De esta manera, queda claro que la minería de Bitcoin, en comparación a estas industrias tradicionales se queda rezagada en cuanto al consumo. Debe tenerse en cuenta que el consumo de la industria de oro, por ejemplo, se calculó con datos conservadores basados en la emisión de gases de efecto invernadero.
Otros consumos que disminuyen el protagonismo del BTC
Pese a que la minería de Bitcoin es blanco de ataques basados en el consumo eléctrico que requiere para operar, es importante dar un vistazo a algunas comparaciones. Esta lista, explica el citado informe, puede ayudar a poner la discusión en contexto:
- El suministro global anual de energía, es de 166.071 TWh por año. Es decir, 1.458.2 veces lo que ocupa la red de Bitcoin.
- La generación global anual de electricidad, es de 26.730 TWh por año. Esto equivale a 234.7 veces lo que usa la red de Bitcoin.
- La cantidad de energía perdida cada año en transmisión y distribución de energía, es de 2.205 TWh por año. En cantidad, equivale a 19.4 veces al consumo de la red Bitcoin.
- La energía desperdiciada cada año por dispositivos eléctricos no usados, pero conectados en Estados Unidos, es de 1.375 TWh por año. Esto es 12.1 veces el consumo de toda la red de Bitcoin.
Como se puede apreciar, quienes atacan a la minería de Bitcoin por consumir mucha energía, tienen motivos más serios para preocuparse. Sería fuera de lugar pensar en Elon Musk redactando duros tweets sobre los electrodomésticos conectados y fuera de uso en Estados Unidos. Aunque pueda parecer un chiste, tiene 12.1 razones más para hacerlo que con Bitcoin.
Excedentes de energía usados de manera productivas
Más allá de las comparaciones con otros sectores, las críticas contra la minería de Bitcoin también giran en un supuesto malgasto de energía. Así, según esta narrativa, la electricidad usada en la generación de bitcoins, podría usarse con otros fines más productivos.
Se trata de una visión no correspondiente con la realidad. Debe tenerse en cuenta que los mineros buscan lugares con energía barata. En ese sentido, esas regiones con grandes excedentes de energía, son las únicas capaces de ofrecer bajos costos de suministro.
El ejemplo más notorio, es la provincia de Sichuan en China, región donde se concentra gran porcentaje de las granjas existentes en el país asiático. Allí, durante el invierno, las crecidas de las fuentes producen grandes excedentes de energía, la cual, de no ser usada, se desperdicia. Por ello, las autoridades de la región, bajan los precios para atraer a los mineros.
Fenómenos similares se pueden encontrar en diversos lugares del planeta. De tal manera se puede decir que la minería de Bitcoin, no es una anomalía, sino una nueva tecnología que, como cualquier otra, requiere energía.
