Se dice fácil, pero once años de existencia es mucho dentro del cripto mundo. Y es que, desde la salida a la luz pública de Bitcoin el 31 de octubre de 2008, mucha agua ha corrido. El mundo de la tecnología Blockchain se ha expandido, las capacidades de las criptomonedas han crecido, y el mundo se ha transformado. Y todo gracias a la revolución iniciada once años atrás.

Una moneda para devolver el poder a los ciudadanos

El año 2008 fue icónico para la historia mundial. Pues fue el momento en el que, las manipulaciones financieras de bancos y gobiernos, y los efectos negativos que generan. Quedaron tan al descubierto que generaron una reacción de rechazo generalizado a nivel mundial.

Y es que, la mala administración del poder otorgado a los Estados y los grandes bancos, llevó a una crisis de enormes proporciones de la economía mundial. Con la consecuente quiebra de empresas, perdida de empleos, y aumento de la pobreza, que traen consigo este tipo de situaciones.

Ante este contexto, Satoshi Nakamoto, seudónimo del legendario creador del Bitcoin, decidió ponerse manos a la obra. Para lo cual diseño un nuevo tipo de moneda, basada en tecnología Blockchain, que fuese imposible de controlar y por tanto de manipular por un solo actor.

Es una moneda imposible de hackear, privada, transparente, anti inflacionaria, y por si esto fuese todo, absolutamente virtual. Poniéndose con el lanzamiento del white paper de esta primera criptomoneda, el 31 de octubre de 2008. La primera piedra en el gran edificio que son hoy en día las criptomonedas.

Con el Bitcoin, Nakamoto pretendía asegurarse de que nunca más se repitiese una situación como la de 2008. Devolviendo, en términos prácticos y gracias al funcionamiento descentralizado de BTC, sin ningún ente central que lo controle, el poder sobre la economía a la ciudadanía.

Un mundo en expansión

Pero las cosas no acabaron aquí. Pues, una idea tan revolucionaria como el Bitcoin, pronto atrajo una comunidad de entusiastas siempre en expansión. Los cuales proponían mejoras para la moneda, al tiempo que la minaban y difundían sus capacidades dentro de sus círculos sociales.

Por supuesto, esto llevó a que mucha gente se diese cuenta del enorme potencial que encierran las criptomonedas. Y, por tanto, empezasen a desarrollar sus propios proyectos, los cuales se materializaron en varios de los principales criptoactivos del mundo.

Una situación que ha representado una verdadera revolución mundial. Pues, ya no solo estaba Bitcoin luchando contra el dinero fiat y sus desventajas. Sino también Ethereum creando capacidades para el desarrollo de smart contracts. XRP reduciendo al mínimo el proceso para el envío trasnacional de dinero. O IOTA preparando el terreno para el mejor aprovechamiento del Internet de las cosas.

Hoy en día, existen cientos de criptomonedas desarrollando capacidades totalmente distintas. Así como, nuevos usos siempre en desarrollo para la tecnología Blockchain. Dos tendencias que ayudan a mejorar el mundo en que vivimos.

El salto a la fama

Sin embargo, el salto del Bitcoin y las criptomonedas en general a la primera plana de los medios, no llegaría hasta el año 2017. Cuando un aumento brusco en la cotización de esta moneda virtual, la posicionó como el activo financiero más rentable de la época.

Durante los meses que duró este crecimiento en el precio de Bitcoin, la moneda recibió una atención inusitada. Lo que permitió que fuese conocida por más personas, y que su base de usuarios se incrementase exponencialmente. Lo que no sorprende, considerando que la cotización de BTC llegó a rondar los 20.000 dólares.

A pesar de que el precio del Bitcoin volvió a bajar, y con él el entusiasmo de los medios por las criptomonedas y la tecnología Blockchain. El posicionamiento alcanzado por el BTC en la mente de las personas, era imposible que disminuyese. Siendo parte de las conversaciones normales hasta el día de hoy.

Hacia dónde se dirige el Bitcoin

A día de hoy, y a pesar de la enorme competencia surgida durante los últimos años, Bitcoin continúa siendo por mucho la principal criptomoneda del mercado. Manteniendo su objetivo inicial de ofrecer una alternativa al dinero fiat a nivel global. Pero ampliándolas y apoyándose en otras nuevas.

Es así como, el Bitcoin se ha logrado consolidar en la mente de muchos inversionistas como un activo reserva de valor. Es decir, un activo cuyo valor no posee una proporcionalidad directa con el mercado financiero internacional. Por tanto, en caso de una caída brusca provocada por turbulencias políticas y económicas, el Bitcoin no se ve afectado.

Se convierte de esta manera a esta criptomoneda, en una nueva versión de lo que es el oro durante los periodos de incertidumbre. Pero combinando esas capacidades con la tecnología Blockchain y valores como la descentralización y la libertad.

Pero es necesario recordar que, la tarea todavía no está hecha. Aun al Bitcoin le queda un largo trecho por recorrer. Lleno de obstáculos y desafíos a los que debe hacer frente. Pero, si aprovecha las enormes fuerzas innovadoras presentes en su comunidad. El futuro de BTC podría ser muy brillante.

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