En diversas ocasiones hemos expuesto sobre la tecnología que está cambiando al mundo actualmente, siendo la Inteligencia Artificial. Observando particularmente los derivados del machine learning y sus implicaciones. Además, hemos expuesto sobre la tecnología que busca cambiar el futuro, con el poder de la Computación Cuántica (QC por sus siglas en inglés). ¿Qué pasaría si las unimos?

Explicación

Utilizando la imaginación por un momento busquemos unificar lo mejor de ambas tecnologías. Por parte de la IA, una plataforma capaz de aprender y mejorar con cada caso que realiza, permitiendo evolucionar constantemente. Mientras que con QC una algoritmo que permite realizar cálculos millones de veces más rápido que una computadora tradicional usando los mismos recursos.

La combinación de ambas podría crear un cerebro que realice las mismas funciones que uno humano, o al menos simular hacerlo.

Realidad

Rigetti, una nueva empresa de QCs, anunció recientemente que sus investigadores crearon un método para que las QCs ejecuten un algoritmo de agrupamiento (una forma para que la IA separe los datos en grupos). Hay una serie de compañías, incluidas IBM y Google, que usan IA en el desarrollo de sistemas cuánticos, pero esta es una de las primeras veces que el aprendizaje automático cuántico se ha probado con éxito.

Las computadoras cuánticas algún día reemplazarán a las clásicas binarias que usamos ahora, esto es casi una certeza. Pero actualmente no son prácticos para otra cosa que no sea la investigación. No solo requieren adaptaciones ridículas, como un entorno de temperatura casi perfecta, sino que también son lentos en comparación con las supercomputadoras modernas.

Los científicos de compañías como Rigetti, que se centran en la computación cuántica, todavía se encuentran en la etapa de investigación “intermitente”. Tienen hardware para el que nadie ha desarrollado antes, que es capaz de hacer cosas que no hemos podido probar anteriormente. Cada paso que dan lleva todo el campo más lejos en territorio desconocido.

Una vez que las computadoras cuánticas superen las capacidades de las supercomputadoras, una hazaña que casi se ha logrado, necesitaremos métodos para crear instrucciones y comprender la gran cantidad de datos que producen. La inteligencia artificial es perfecta para esto y, según los expertos, es el siguiente paso lógico.

Impacto

Las QCs y la IA también comparten otro rasgo: el crecimiento exponencial. Los procesadores para dispositivos cuánticos se miden en qubits, con los más avanzados de hoy en alrededor de 50 qubits. En este tamaño son equivalentes a una supercomputadora. Con solo 60 qubits, excedería el poder de cada supercomputadora en el planeta combinado.

La IA autorreplicante, como el AutoML de Google, podría, en teoría, escalar con los avances de hardware para crear algoritmos mucho más complejos que cualquier ser humano, para aprovechar el poder de la computación cuántica.

El trabajo que se está realizando en Rigetti puede que aún no sea el equivalente cuántico de AutoML, pero si alguna vez vamos a tener un sistema de 100 o 1,000 qubits que ejecute una red neuronal cuántica, se basará en algo tan básico como el algoritmo de agrupamiento de Rigetti.

Cuando Matrix se haga realidad, probablemente se ejecutará en algoritmos cuánticos de aprendizaje automático.

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