El mundo de las criptomonedas cada día sigue evolucionando, cuando apareció el Bitcoin en el 2009 tuvo un fuerte impacto en los mercados financieros globales que generó desconfianza y a su vez muchos se arriesgaron y apostaron al éxito que hoy tiene.

Monedas como Ethereum, Litecoin, Monero, Ripple, Bitcoin Cash, Stellar entre otras han marcado el ritmo del mercado de criptoactivos; cada una de ellas con una particularidad que la diferencia de otra.

Ripple por su parte tiene una diferencia básica y elemental; se caracteriza por ser una moneda que no se puede minar y que es utilizada para el cambio de divisas sin intermediarios. Ya muchos bancos han empezado a utilizar los protocolos de ripple para hacer las transferencias internacionales que le permiten abaratar costos al usuario, lo que le hace más atractivo que el uso del método tradicional.

En este sentido, el uso de la tecnología xRapid, xCurrent y xVia ya ha marcado un gran asentamiento dentro del mercado de capitales, ello queda demostrado en la solidez que tiene a través de los volúmenes de transacciones efectuadas en la red.

Western Unión, Banco Santander Río, son algunos de los que apostaron por el envío de remesas usando la red de Ripple y las aplicaciones que han ido desarrollando los programadores. Recientemente en mayo han lanzado una novedad, el uso de ILP (Interledger Protocol), que ya no sólo se limita a la capacidad de envío de dinero sin intermediarios, y el cambio automático de divisas, sino que le agrega la posibilidad de enviar el dinero y datos personales.

En otras palabras, ya no sólo se limitaría al envío de dinero fiduciario, sino que ha sido agregado la posibilidad de transmitir datos personales como quién hace las transferencias y quién las recibe. Esto es un revuelo a la criptomonedas, ya que con el desarrollo de esta aplicación va a atraer más aún al sector financiero.

No estamos en presencia de la puerta a la regulación de la cripto, sino a la auditoria sobre ciertas transacciones que pudiesen generar suspicacia que al día de hoy aun son irrastreables. Desde la aparición de Ripple, se planteó como objetivo principal mejorar los tiempos de respuesta en el uso de la tecnología blockchain, pues cuando una transacción habitual de Bitcoin tarda en acreditarse alrededor de unos 10 minutos, con el desarrollo de Ripple esas transacciones se reducen a unos escasos 3 minutos en promedio.

Aún el Protocolo Interledger no ha sido desarrollado en su totalidad, por lo que los programadores han lanzado la iniciativa de auspicio para un testeo global. Una última novedad es que Coil también esta interesada en este protocolo, lo que seria una novedad muy interesante poder obtener contenido multimedia en tiempo real y al mismo tiempo la transacción de pago por dicho contenido o aplicación.

Ripple sigue apostando al uso de la tecnología entrelaza al sector financiero, seguiremos esperando que tales usos sigan desarrollándose dentro de la tecnología blockchain y que esa evolución sea en beneficio de los usuarios y no de las entidades.

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