¿Puede la tecnología Blockchain salvar a Venezuela?

Los tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, y la creación de la propia criptomoneda de Venezuela respaldada por petróleo sin duda apuesta a desesperación. Más allá de la credibilidad o no que pueda tener este activo por lo turbio de su manejo, si funciona o no para la nación es la pregunta inflacionaria de un millón por ciento. De antemano, sabemos que eso no es así.

La hiperinflación es un desastre para la economía de cualquier país. Solo hay que mirar a la Zimbawe del milenio pasado, o la caída de la Alemania de Weimar en 1920 en manos de los nazis, para ver las ramificaciones políticas de los gobiernos que gastan dinero que no tiene, y una población que tiene dinero en efectivo que no pueden usar.

Es más que un colapso económico, es concurrente con el colapso social. Esto es lo que está sucediendo ahora en Venezuela. La escasez de medicamentos y alimentos ha plagado al país sudamericano cuando entra en su noveno año de hiperinflación.

El Fondo Monetario Internacional estimó el año pasado que la tasa de inflación de Venezuela alcanzaría un millón por ciento para fines de 2019. Maduro debe actuar, y él ha elegido la tecnología Blockchain para reactivar su economía. Por primera vez en la historia, la hiperinflación ha ocurrido en la era de la moneda digital. ¿Entonces, podría ser la cadena de bloques la respuesta para Venezuela?.

El Petro se anunció a fines de 2017 en un intento de complementar la moneda fiduciaria de Venezuela, el Bolívar Fuerte, y ayudar a superar las sanciones de los EE.UU.

Según Aljazeera, Venezuela ha asignado cinco mil millones de barriles de petróleo para respaldar su nueva moneda digital (Petro), que está vinculada al costo del barril de petróleo venezolano. De esta manera, el Petro actúa como un token de seguridad que como una criptomoneda de utilidad. Además, los Petros serán “minados” para permitir que el gobierno produzca y controle el suministro.

¿Funcionará, sin embargo?. El despliegue hasta el momento ha tenido limitaciones. Algunos informes sugieren que la criptomoneda y las reservas de petróleo que la respaldan pueden no existir.

El documento publicado por el gobierno venezolano para el Petro muestra un parecido sorprendente con la criptomoneda DASH. Además, según lo informado por CoinTelegraph hace par de meses, la moneda aún no ha sido listada por ningún exchange y está teniendo dificultades para ser aceptada por los aliados de Venezuela.

Quizás más importante que la creación de Blockchain es la adopción de esta tecnología. La caída en el fiat ha provocado un florecimiento en la criptomoneda para los venezolanos.

De hecho, Bitcoin alcanzó volúmenes de comercio de todos los tiempos en el primer trimestre de 2019, y vio al gobierno anunciar nuevas tarifas en un esfuerzo por regular las remesas de criptomonedas. Además, DASH considera a la nación sudamericana como su segundo mercado más grande de pagos con clientes, incluidas marcas como Subway y Calvin Klein.

Pase lo que pase, este es un territorio económico inexplorado. ¿Qué tipo de papel puede desempeñar la criptomoneda en una emergencia económica? ¿Puede salvar una economía atormentada por la mala gestión financiera? El tiempo lo dirá, pero, para bien o para mal, el Petro tiene la posibilidad de convertirse en el ejemplo más grande del impacto de Blockchain en todo un país.

Es probable que el giro a Blockchain tenga un impacto cultural más duradero que el económico. En medio de esta crisis, los venezolanos han recurrido a la tecnología de criptomonedas y Blockchain para su utilidad.

Será interesante ver cómo evoluciona esto una vez que cambien las fortunas del país. No obstante, la creación del Petro es un experimento fascinantes que sin duda ofrecerá un estudio de caso futuro para las naciones que se encuentran en medio de la hiperinflación.