Muchos han descrito la relación de China con Blockchain y las criptomonedas como una “relación de amor-odio”, el amor para la tecnología de cadena de bloques y el odio para las monedas digitales. Aunque muchos enlacen una con la otra, el gobierno del país asiático ha decidido colocar fuertes restricciones sobre Bitcoin y demás activos digitales, pero está buscando incluir cada día más soluciones empleando la tecnología Blockchain.

Aunque parezca contradictorio, en China, donde las Ofertas Iniciales de Moneda (ICO, por sus siglas en inglés) y los intercambios criptográficos fueron prohibidos desde septiembre de 2017, es el hogar de uno de los mayores niveles de minería criptográfica en el mundo. Sin embargo, el gobierno chino tiene otros planes en mente, que no tienen que ver con las criptomonedas, sino en la tecnología detrás de ellas.

Desde hace meses, el gigante oriental ha puesto gran empeño en desarrollar la cadena de bloques en diferentes sectores del país. Ya los gobiernos de Shanghai, Shanxi, Henan, Guangzhou, Guiyang y Hangzhou han emitido políticas públicas para emitir su desarrollo. Y desde el gobierno central del Xi Jinping han dejado claro que convertirse en un líder mundial en Blockchain es uno de los grandes objetivos de China.

Pero, ¿Blockchain realmente es una meta para China? En un primer momento parece que sí. Tomando en cuenta que en varias oportunidades las autoridades del país han elogiado el potencial de la tecnología, en especial por su resistencia a las manipulaciones o modificaciones.

Sin embargo, querer ser el líder mundial por el simple placer de serlo no parece algo propio de las políticas chinas. En su lugar, tendría más sentido que este fuese sólo uno de los pequeños objetivos que se ha propuesto cumplir para lograr algo mucho más grande.

Y ese macro objetivo tiene que ver con otro gigante, pero ubicado en el hemisferio occidental del planeta: Estados Unidos.

Desde que la rivalidad comercial entre ambas potencias inició, China ha analizado la posibilidad de superar a su contrincante en otros sectores ya que, por primera vez en mucho tiempo, se sienten con la oportunidad de vencer a la que ha sido una potencia hegemónica desde finales de la Segunda Guerra Mundial.

Es por ello que durante el primer trimestre del 2017 el 41% de las empresas que recibieron financiamiento gubernamental tenían que ver con Blockchain. Y ese número no ha hecho más que incrementar en el 2018.

Por lo tanto, la tecnología Blockchain podría ser considerada más una herramienta que una meta en sí misma. Una herramienta que el gobierno chino planea usar para superar a Estados Unidos.

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