Todos los estados miembros del Grupo de Acción Financiera (FATF, por sus siglas en inglés) deben adoptar su recomendación de controlar el intercambio de criptomonedas, su almacenamiento y más, informó el diario ruso Izvestia citando a un regulador del gobierno el lunes 29 de octubre.
El FATF, con sede en París, es una organización intergubernamental establecida en 1989 con el objetivo de desarrollar normas para combatir el lavado de dinero y otras formas ilícitas de financiamiento.
A principios de octubre, el FATF anunció cambios en sus estándares con respecto a las monedas digitales y las empresas relacionadas con actividades relacionadas con criptografía.
En sus directrices actualizadas, el FATF observa que los proveedores de servicios de activos virtuales deben estar sujetos a las regulaciones contra el lavado de dinero (AML) y el financiamiento del terrorismo (CFT), así como a registrarse y monitorear el cumplimiento de la diligencia debida.
Hablando con Izvestia, Pavel Livadny, vicepresidente del Servicio Federal de Monitoreo Financiero de la Federación Rusa (Rosfinmonitoring) parecía ansioso por implementar controles para transacciones de criptografía por un valor de más de 600.000 rublos (alrededor de $ 9.120).
Según las recomendaciones del GAFI, Livadny dijo que las criptomonedas “pueden circular e intercambiarse digitalmente y usarse para pagos e inversiones”.
En consecuencia, las autoridades deben poner esas actividades bajo control regulado, así como monitorear el almacenamiento, la emisión y el intercambio en otros activos criptográficos, informa Izvestia.
En la actualidad, no existe en Rusia una regulación estricta que regule las criptomonedas, con un proyecto de ley para formalizar las áreas grises de la economía que aún se está abriendo camino en el parlamento.
Los signos de interrogación se mantienen sobre las obligaciones fiscales de los titulares de la criptomoneda, mientras que las decisiones legales esporádicas con respecto a Bitcoin (BTC) se han sumado a su estado incierto.
Livadny agregó que los cambios a la ley rusa con respecto al monitoreo relacionado con criptografía entrarán en vigencia “en el futuro cercano”.
