La opinión sobre las criptomonedas se puede dividir en dos grandes bloques: aquellos quienes las consideran el futuro de las transacciones económicas y los que, por el contrario, opinan que se trata de una burbuja, algo temporal e inestable, incluso una estafa. En este último grupo se encuentra una empresa británica, que publicó un estudio de 34 páginas explicando por qué las monedas digitales no son tan maravillosas como aparentan.
Global Data, firma de investigación con sede en Londres, aseguró en su estudio, llamado “Cryptocurrencies – Thematic Research”, que las criptomonedas no están a la altura de las promesas hechas y, lo más probable, es que jamás lo estén.
“Muchas de las afirmaciones más básicas hechas por los defensores de las criptomonedas simplemente no son ciertas”, afirma Gary Barnett, analista en jefe de la firma, según Bitcoin News. “Se nos dice que las criptomonedas aceleran las transferencias, que ayudan a eliminar intermediarios y que son gratuitas, pero nada de esto es cierto”.
Aunque atrevida, la afirmación de Barnett no es del todo descabellada. Aún existen intermediarios, las casas de cambio, quienes tienen el control total de las monedas y tokens del usuario. No son gratuitas, cada transacción requiere el pago de una comisión, que puede variar dependiendo de la plataforma donde se realice la operación, la cantidad a transferir o pagar y el valor de la criptomoneda para el momento.
En cuanto a acelerar la velocidad en las transacciones, esto no siempre es así. En ocasiones, dependiendo de lo congestionada que esté la plataforma o de la comisión que se pague, la operación se puede hacer con mayor o menor rapidez.
Barnett también ha expuesto el problema del tamaño del mercado. A pesar que este ha crecido, sigue siendo una fracción sumamente pequeña del mercado global. Por ello, para el investigador, es razonable poner en duda la credibilidad del verdadero alcance de las monedas digitales.
Otro aspecto importante que resalta la investigación, es sobre la no escalabilidad de las criptomonedas. “La rede de pago de Visa es capaz de soportar 24.000 transacciones por segundo (tps), a tasas máximas y promedios regulares en la región de 1.500 tps. Bitcoin, por otra parte, se esfuerza por lograr una tasa de transacción de más de 10 tps, mientras que Bitcoin Cash puede soportar 60 tps. La única criptomoneda que se acerca a Visa es Ripple que es capaz de manejar 1.500 tps”.
A pesar de lo expuesto anteriormente, del informe se puede rescatar algo positivo sobre las monedas digitales. Ellas, al igual que las monedas tradicionales, como el dólar o el euro, están basadas en la confianza de las personas. Mientras más confianza se le tenga, mayor poder tendrá. Este es el único punto que hace a la empresa preguntarse si en el futuro las criptomonedas efectivamente podrán reemplazar al dinero fiduciario o no.
Sin embargo, la opinión de Barnett se mantiene tajante, quien asegura que “de hecho no tienen ninguna base; las criptomonedas representan una burbuja clásica, en donde las valoraciones son el resultado de la especulación sobre el comportamiento probable del mercado en lugar de una evaluación clara del valor subyacente”.
Por supuesto, los entusiastas de las criptomonedas se han opuesto a la mayoría de los postulados expuestos en el informe, desmintiéndolo prácticamente en su totalidad. La división entre los “pro-cripto” y aquellos que no les ven ningún potencial continúa. Queda de parte de cada quien informarse y, en base a eso, elegir uno de estos bloques.
