Internet se creó en los años 60, pero no fue hasta los 90 con la creación del WWW (World Wide Web) cuando empezó realmente a forjarse la máquina que es hoy en día.

Internet forma parte de nuestras vidas y hoy en día sería imposible pensar en una sociedad sin él. Ya no nos damos cuenta porque es algo tan cotidiano que asumimos que siempre ha estado ahí. Ha cambiado la forma en la que nos relacionamos tanto personal como profesionalmente.

Gracias a Internet nos podemos comunicar de forma escrita rápida y eficientemente con el email, podemos tener reuniones o ver a nuestros amigos a miles de kilómetros de distancia gracias a la videollamada, podemos hablar con quien queramos gracias a la VozIP o podemos comprar cualquier cosa sin movernos de casa.

Sólo hay una cosa que no podíamos hacer y esa era pagar con dinero de Internet. Hay herramientas para poder pagar con dinero tradicional vía PayPal, tarjetas de crédito o transferencias bancarias pero no es propiamente un dinero digital. Hoy en día, gracias a las criptomonedas, eso empieza a ser una realidad.

El dinero digital no es ni más ni menos que una evolución más de Internet. Sus detractores alegan que no se puede considerar dinero, ya que no está respaldado por gobiernos ni instituciones (por el momento…). Yo me planteo qué será mejor, si confiar en una cadena de bloques inalterable o en Gobiernos que manejan el dinero a su antojo (Brasil, Venezuela, Rusia y un tan largo etcétera que no me cabrían en este artículo).

Esta claro que estamos en una etapa de iniciación, aún queda mucho trabajo por hacer. Hay que trabajar en tres aspectos fundamentales: aumentar la seguridad, evitar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. A la primera ayudan los desarrolladores de las blockchain, a las otras dos los gobiernos e instituciones.

A mí no me cabe duda que una vez que estos aspectos se mejoren tendremos una nueva forma de hacer negocios. Es importante ver a las criptomonedas como una forma de cambiar el mundo en el que vivimos, no simplemente un instrumento especulativo para ganar dinero. El día que nos demos cuenta de eso, habrá una estabilidad de precios y más y más comercios los aceptarán como moneda de cambio.

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